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02/03/2025

Axel

Axel | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Hoy Kicillof pareciera vivir una marginación inesperada por su propio partido a pesar de los méritos políticos que grandes sectores de la sociedad le reconocen.

Osvaldo Pellin

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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, está vinculado al kirchnerismo desde el 2006. Casi 20 años de pertenencia a la misma línea política. Supo ganarse el respeto de la ciudadanía bonaerense cuando contra toda presunción en contra, recorrió el territorio provincial con un automóvil de su propiedad, palmo a palmo, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad dando la cara ante todos, trabajadores y empresarios, pueblo llano y dirigentes de variada expresión, al cabo de lo cual triunfó en las elecciones y fue ratificado cuatro años después.

Semejante currículum atacado tendenciosamente por propios (“no es peronista”) y extraños (“es filocomunista”) pudo ser neutralizado por su lealtad al movimiento nacional y popular y por la eficiencia de su gestión pese al sabotaje sistemático de los gobiernos nacionales de turno que entorpecieron su tarea en todo lo que pudieron.

Hoy es un hombre que genera confianza en su electorado y ha sacado pecho frente al ajuste de Milei, respondiendo a cada restricción con una apertura sorprendente en seguir respetando derechos adquiridos y nuevos derechos, en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.

Alguna vez deberá reconocerse la valentía de Axel que contrastó con la actitud de otros gobernadores peronistas que rápidamente se acobardaron de las maniobras extorsivas de Milei (salvo el gobernador de La Rioja, Quintela) y a la primera de cambio terminaron presionando a sus legisladores para que votaran favorablemente las leyes inconstitucionales que les exigía el presidente Milei.

Está bien que los recursos de la provincia de Buenos Aires son superlativos al lado de las provincias del interior profundo del país, pero plantarse como lo hizo Axel hubiese significado que mucha de la ilegalidad instituida por el gobierno nacional, se hubiese truncado y la sociedad hubiese estado más protegida de su ajuste salvaje.

Hoy Axel pareciera vivir una marginación inesperada por su propio partido a pesar de los méritos políticos que grandes sectores de la sociedad le reconocen.

Axel es el mayor ejemplo de la adhesión de sectores progresistas a los gobiernos de los Kirchner. El progresismo aún capta gente en todo el país. No es fácil olvidar la cobertura obtenida por la sociedad, en especial los sectores medios, en seguridad social, salud, educación y trabajo. Y en un país como la Argentina no es difícil recomponer a esos sectores en la medida que la economía no esté regida por las recetas del FMI y la obstinación en el endeudamiento o en el seguidismo acrítico de los mandatos del imperio.

Axel es garantía de coherencia y compromiso en la gestión de gobierno, cuenta además con un equipo joven capaz de asumir la conducción hacia nuevas metas para que se materialice por medio de la gestión política, la felicidad del pueblo.

El propósito de la hora es alcanzar la unidad sin discriminaciones y al mismo tiempo reconocer la trayectoria de aquellos que, como Axel, en momentos muy difíciles han sabido

ponerse del lado de las mayorías sin agachadas ni traiciones.

El PJ debería tener en cuenta quiénes serán los próximos dirigentes que han cumplido con la doctrina y han sido un dique de contención a la salvaje gestión de la ultraderecha. 

29/07/2016

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