El presidente decidió dar de baja a Diana Mondino como canciller y comenzó una purga del personal del ministerio de Relaciones Exteriores. Todo esto por el voto argentino en la ONU en contra del embargo de EE.UU. a Cuba. Sólo el país agresor junto con Israel mantienen una posición a favor del bloqueeconómico, comercial y financiero impuesto a la isla contestataria del imperiopor casi seis décadas, instituido el 3 de febrero de 1962 por John F. Kennedy. El voto de Mondino no es una cuestión personal, sino una posición expresada por los diferentes estamentos de la Cancillería, que mantiene la misma postura desde hace 32 años, compartiendo la posición diplomática del mundo entero.

El zurdaje, como denomina Milei a todo lo que no comparte su pensamiento, está enquistado en el Estado, y en particular en la burocrática estructura de cancillería, (según su forma particular de analizar la política), comenzará a cazar a toda bruja que no se someta a las decisiones del gran capital y del imperio.

Por eso necesita al frente de Cancillería a alguien de plena confianza suya, y del gran capital y el sionismo. Esa es la razón por la cual ha escogido para tal tarea al empresario Gerardo Werthein. Hombre perteneciente a las filas del gran capital, soldado del Fondo de Inversiones de Black Rock y del Sionismo de extrema derecha, cuya cara visible es Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí. Werthein estaba de embajador en EE.UU. y fue quien pagó por 250 mil dólares el viaje a Javier Milei y su comitiva al país del norte antes de asumir como presidente. En ese momento (diciembre 2023), para no incurrir en delito por recibir una donación de un particular, rápidamente salieron a aplicar la teoría de “la vaquita”, como lo hicieron los jueces en Lago Escondido, o como argumentaron el pago del asado en Olivos con los “héroes” diputados, que avalaron el veto contra el aumento de las jubilaciones. Es decir, ficcionar que cada uno pagó lo suyo.

Es evidente que el presidente representa intereses económicos que están por encima de cualquier deseo de grupos económicos fronteras adentro. Por ello, el Fondo de Inversiones BlackRock, por nombrar el más importante, pesa cada vez más en las decisiones del gobierno de nuestro país. El presidente de este fondo de inversiones, Larry Finkelstein(conocido en los medios de comunicación comoLarry Fink), ha mantenido reuniones con el primer mandatario argentino, promovidas y organizadas por Werthein. Lo cierto es que este grupo económico es el mayor fondo de inversión global con activos cercanos a los 10 trillones de dólares. Es copropietario de 17 mil empresas. En nuestro país es accionista de YPF(mayor socio privado)y de multinacionales de fuerte presencia local como Coca-Cola, Bayer, Apple, Microsoft, Telefónica, McDonald's, Adidas;además de Mercado Libre, Tenaris, Grupo Galicia, Banco Macro, Telecom, Arcor, TGN, Arcos Dorados,Adecoagro,entre otras.También sería el principal accionista minoritario en Edenor, Telecom y de Central Puerto, y el segundo de Transportadora del Gas del Sur, mientras que tendría participación relevante Pampa Energía, Loma Negra.Gran parte de la deuda argentina está en sus manos, siendo uno de los principales acreedores.BlackRock ha tenido una gran influencia en la política en la Casa Blanca. Sus funcionarios suelen ocupar cargos gubernamentales importantes, llegando a una endosimbiosis entre el Estado y el Fondo de Inversión. A tal punto, que más de la mitad de los fondos administrados por BlackRock provienen del Tesoro norteamericano. Ésto hace pensar, que constituye una inédita y sofisticada herramienta colonizadora, destinada a generar nuevos mecanismos de dependencia económica.

El flamante canciller es un hombre con muchos vínculos en el círculo de poder de Washington, pero sobre todas las cosas, con peso e influencia en el sector económico y comercial. Werthein, además de garantizar ser un fiel representante de los intereses económicos de BlackRock, hace su propio juego. El empresario devenido con este nombramiento, jefe de la diplomacia argentina, amasa una cuantiosa fortuna estimada en 2000 millones de dólares. Ganadería, agroindustria, telefonía, alimentos, seguros, salud,deporte,finanzas, construcción, medios y energía son algunos de los rubros que abarca su patrimonio.

Gerardo Werthein es la cuarta generación de inmigrantes judíos que llegaron desde Rusia a principios del Siglo XX de la mano del sionismo, organización con la cual siempre estuvo relacionado. Su militancia activa en ella, como muchos de los funcionarios mileístas y macristas, lo acercó a Larry Finkelstein, que además de presidir BlackRock, es socio directo del imperio financista sionaista de la familia Rothschild.

Se vuelve indudable que el nuevo Canciller de la República Argentina cuidará celosamente, además de sus propio intereses, los intereses de BlackRock y del Sionismo, que no es ni más ni menos que responder a EE.UU. e Israel. Los intereses de nuestro país, y nuestras necesidades de crecimiento, no estarán en esa agenda.