Felipe Sapag sabía que por sobre todas las cosas, su fuerte era la consulta popular o sea las elecciones generales, por eso más de una vez en discursos y declaraciones públicas, evocaba las interrupciones a los mandatos constitucionales de la política con el dicho ”No quiero que me impongan un presidente con el dedo”. De ese modo recalca, creo yo, un aspecto de la democracia política fundamental: que el pueblo conserve la condición de ser el único y gran elector.

También lo remarcaba sabedor que su popularidad por aquellos años, en que le tocó competir en la lucha política, era la gran carta de acceso al poder que una y otra vez lo habían llevado a la gobernación de Neuquén. Sin embargo no era meramente una conveniencia de tipo personal, como lo demostró después que dejó de competir, en que insistió con su deber básico de ir a votar y como en la práctica, lo hacía en Cutral Co, se solía esperar su retorno de esa ciudad en cada acto eleccionario, para conseguir su palabra.

En 1985, cuando después de la dictadura se volvía a votar en elecciones parlamentarias y su partido, el MPN, pierde con el representante del entonces presidente Alfonsín, al volver de Cutral Co, lo esperaba en la sede de la seccional primera del partido para justificar la derrota con un lamento. Él me contestó entonces no ocultando ningún resentimiento, dando muestras de ser un buen perdedor en lides democráticas,” Nos ganó un genio de la política, no se preocupe”. Tampoco podía ocultar su admiración por el Presidente Alfonsín en un sentimiento de amable reciprocidad, aceptando el pronunciamiento de las urnas sin denunciar conspiraciones ni inventar falsos fraudes. Aceptó la derrota, que era, por otra parte, la primera derrota de su partido en elecciones generales, como un dirigente comprometido con la democracia.

Felipe siguió yendo a votar todas las veces en que se convocaba a elecciones y demostró su preocupación por el destino de la provincia y por el sistema.

Muy distinto al que hoy demuestran las algunos representantes de las nuevas generaciones que se exponen a la voluntad popular expresada por el voto, adelantando de antemano no aceptar el resultado del comicio si les toca perder, aduciendo excusas y haciendo intervenir a la justicia electoral como modo de sustentar su denuncia y enlodar el procedimiento y el resultado.