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04/06/2023

Columnistas

Informe de coyuntura, mayo de 2023

Informe de coyuntura, mayo de 2023 | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Desde 2019, la rehabilitación de trenes de carga recibió un fuerte impulso.

La semana pasada presentamos a Alejandro Rofman e informamos sobre sus antecedentes y logros académicos. En estos días Rofman hizo público su Informe sobre la coyuntura económica y política correspondiente al mes de mayo, que nos hemos permitido resumir para conocimiento de nuestros lectores, sin modificar su esencia.

Humberto Zambon

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1) El mes de mayo en la política

a) La primera cuestión que salta a la vista son los aumentos de precio desmedidos, aun cuando todavía no se puede hablar de hiperinflación. Pero es una inflación alta, nociva, desalentadora y poco apta para un proyecto económico y social que valorice el ingreso de los que trabajan. Lo último es lo central: en una etapa inflacionaria de esta magnitud, en torno al 100% anual, no es fácil ir ajustando ingresos de los trabajadores activos y pasivos al ritmo del cambio de los precios, máxime cuando también se trata de recuperar lo que se perdió durante el gobierno de Macri (bajó un 20% el salario real), mientras que ahora continuó deteriorándose el de los trabajadores informales.

Entonces, una estrategia para amenguar el peso del aumento de los precios sería siempre muy bien recibida por la sociedad, ya que existe la amenaza de un shock, y también la irresponsable de dinamitar todo; se sabe que un shock antiinflacionario implica una fuerte devaluación inicial o una eventual dolarización que haría trizas el salario la mayoría de la población, lo que nos llevaría a valores de pobreza, indigencia y desempleo como los que estuvimos en el anterior shock en el 2001-2002. Sus consecuencias serían aún peores.

Para los que son muy jóvenes y para los que lo vivieron y olvidaron, es bueno recordar que aquellos fueron días de enorme angustia y zozobra: había un 25% de indigencia cuando terminó la experiencia de la dolarización (que en esa época se llamó convertibilidad).

En lugar del shock que proponen el señor Milei o la dirigente Patricia Bullrich, el gobierno está tratando, todavía con muy bajo éxito, de moderar el aumento de los precios. Frente a la tasa del mes de abril de más del 8%, el ministro de Economía anunció una serie de medidas tendientes a abrir importación para insumos y alimentos, que no resuelve la cuestión de fondo ni se puede hacer operativa en pocos días, de modo que es una llave para abrir un proceso que lentamente vaya moderando el aumento de precios. También se resolvió reducir tasas de interés para consumos, crear un sistema de control de precios actualizado y vigilado, y dar incentivos a las pequeñas y medianas empresas para redefinir su plan de deudas con el Estado. Por ahora es una estrategia limitada que tendrá que ser acompañada con medidas correctivas en el plano de los ingresos de lo que viven de su trabajo.

En este panorama tan agitado, conviene recordar otras etapas de crecimiento de precios que sí fueron hiperinflacionarios, con cambio casi diario: Fue durante el gobierno de la Unión Cívica Radical en la década de los 80; hoy la UCR es miembro importante de la coalición “Cambiemos” y critica al gobierno, pero se olvida que entre el ‘84 y el ‘89 del siglo pasado (cuando gobernaba el doctor Alfonsín), el promedio de aumento de precios anual fue del 500%; se olvidan también los sectores de la derecha peronista que el aumento de los precios en 1989 y 1990 alcanzó al 1.300% en términos anuales. Entonces realmente sí había zozobra, enorme inquietud, dificultades para la supervivencia. No estamos en eso, pero la actual expansión inflacionaria crea un panorama de angustia. Lo que sí puede y debe hacerse en forma inmediata es incrementar el ingreso real de los que menos perciben. Hay varias herramientas disponibles. Por ejemplo, el programa Alimentar, que entrega montos mensuales de alimentos vía tarjetas especiales, o poner en marcha aumentos en las asignaciones familiares y la asignación universal por hijo, ya que entre ambas se favorece hoy en día a más de 6 millones de niños y adolescentes y que debería expandirse acentuadamente.

b) En este contexto de inquietud se han realizado en días recientes, siete elecciones en sendas provincias. En las cuatro jurisdicciones donde hubo elecciones el 14 de mayo, tres lo fueron para gobernador y la cuarta, San Juan, para intendentes y legisladores provinciales. En todas triunfaron candidatos enrolados en distintas variantes del peronismo o con el apoyo de sectores políticos afines, como el caso de Tierra del Fuego, cuyo candidato pertenece a Forja, agrupación de origen radical hoy presente en el Frente de Todos; predominó un avance electoral del oficialismo del Frente de Todos, con candidatos que ganaron con diferencias apreciables sobre la alianza opositora, mejorando la elección del 2021. Frente a esa performance muy auspiciosa hubo otros dos puntos a destacar: 1- Alta concurrencia, lo que indica que no hay desánimo como se preconiza acentuadamente desde la oposición, y, 2- Un muy pobre desempeño de los postulantes del Pro y la Unión Cívica Radical que, salvo el caso de La Pampa, en todas las demás experiencias cayeron en relación a elecciones anteriores; las cuatro jurisdicciones mostraron votaciones para la oposición de derecha tradicional de no más de un promedio del 28%. Eso indica claramente que no se ha contagiado la supuesta bronca en todo el interior y que se mantiene la adhesión franca al oficialismo en muy distintos puntos del país, y que hay una conciencia clara en la población, en forma mayoritaria, que se debe seguir defendiendo el sistema democrático como estructura central de la vida política económica y social argentina. El desempeño de la extrema derecha (Milei, “émulo de Adolfito”, como dice el Papa) fue muy malo, incluso con apoyo directo, como en el caso de Tierra del Fuego, donde participó en los actos proselitistas: el resultado electoral de La Libertad Avanza no llegó al 7% de los votos. Y en el caso de la Sra. Bullrich, que también estuvo presente en Tierra del Fuego, y que fue un fiasco, ya que solo obtuvo un 5% de los votos. En síntesis, hay tensión social legítima, hay angustia por la situación económica, pero los que votan lo hacen con conciencia y siguen apoyando en forma totalmente mayoritaria a los valores democráticos de la sociedad argentina.

2) Avances a nivel económico en medio de una complicada situación global

El año pasado el gobierno nacional estimó un crecimiento económico de solo 2% para este año, cifra muy moderada en comparación a lo ocurrido en 2021 y 2022. Y todavía no se había verificado la aguda sequía ni las consecuencias contractivas del acuerdo con el FMI. La ausencia acentuada de lluvias del segundo semestre del año pasado y el primer trimestre de este año generó una fuerte reducción de las cosechas de maíz y soja, y perjudicó también a la producción triguera. Según la Bolsa de Comercio de Rosario en su informe de fines de mayo, estima una caída de la producción sojera equivalente a la mitad de la recolección promedio del último quinquenio; la entidad empresarial Ciara, que representa al sector agroindustrial exportador, estimó la merma de ventas al exterior de ese núcleo empresarial en un 33%. El impacto negativo en el rubro exportador se estima en un 20% en menos que el obtenido en el 2022. No solo hay un impacto negativo muy fuerte en el volumen de divisas, sino también una merma muy acentuada en los ingresos fiscales nacionales por la baja recaudatoria en las retenciones. Este resultante financiero implica una disminución en los ingresos del Gobierno Nacional de alrededor de 580 mil millones de pesos. La combinación de las menores ventas al mercado mundial con la consiguiente disminución de ingresos de los productores dañados, y la contracción de la capacidad de consumo e inversión de esos actores económicos instalados básicamente en la Pampa Húmeda, supone consecuencias negativas de magnitud, fruto de un fenómeno climático inesperado.

Este fenómeno torna impracticable el cumplimiento de las normas de déficit fiscal en descenso con el FMI y, al mismo tiempo, impide acumular reservas en el Banco Central para importar todos los insumos necesarios al proceso normal de desenvolvimiento de la industria nacional. Es de esperar entonces una reducción del cálculo previo sobre el crecimiento del 2% del PBI y, al mismo tiempo, produce un efecto previsible: el acuerdo con el FMI es impracticable y debe ser revisto integralmente.

¿Qué va a pasar entonces con la economía argentina este año? Aquellos que avizoraban un desempeño positivo del 2% ahora predicen una caída del 3%, con todos sus efectos sociales regresivos que lucen previsibles. El gobierno está desarrollando y seguramente acentuará medidas destinadas a fortalecer el consumo privado a fin de impedir una caída económica de la magnitud previamente estimada. Ya hay algunas voces autorizadas en el ámbito académico que afirman que, pese a la desgraciada consecuencia de la aguda sequía, la mayor en los últimos 100 años, una política inteligente del gobierno nacional de estímulo al consumo, que mantenga activo el capital industrial en funcionamiento, junto a la obtención de dólares frescos provenientes del FMI y de China, permitirán paliar la situación negativa que está a la vista. Estiman que se va a poder evitar la recesión o a lo sumo la misma será muy suave, siempre y cuando se aumente el ingreso real de los que trabajan en relación de dependencia. Es un desafío abierto, que supone acciones expresadas en políticas públicas expansivas y acuerdos de financiamiento internacional. Desde ya, las pautas del acuerdo con el FMI han quedado fuera de juego por la impactante realidad. Y un nuevo arreglo con la institución financiera internacional tendrá que formalizarse para que ayude a morigerar lo negativo del escenario a la vista.

Las últimas informaciones sobre el desempeño sectorial alientan esperanzas: en el mes de abril la recaudación fiscal bajó un 20% en valores reales, pero el ingreso por el impuesto al valor agregado vinculado al consumo interno subió un 122% (en precios corrientes) con respecto al mismo abril del año pasado, lo que supuso un nivel de consumo superior. Igualmente, el más reciente informe de CAME, entidad que agrupa a gran parte de las industrias PyMEs del país, dio cuenta de que en el mes de abril de este año la producción de ese segmento empresarial creció el 0,4%. A nivel de todo el cuatrimestre, el alza interanual para el año 2023 en relación al 2022 fue del 1,6% A su vez, la capacidad instalada en la industria global en el mes de marzo fue la más alta desde que se lleva esa información por el INDEC para un mes de marzo desde el año 2016.

Estadísticas muy recientes hacen alentar esperanzas que la evolución económica sea mejor que lo que consultoras internas y organismos internacionales vienen anticipando: el martes 23 de mayo se publicaron datos del INDEC sobre el primer trimestre: la actividad económica creció en marzo 1,3 % en relación a igual mes del año pasado. De esta forma en el primer trimestre del año el Estimador Mensual de la Actividad Económica registró un incremento del 1,5% anual. En marzo la industria se expandió el 3,1 % en su comparación interanual y la construcción avanzó el 1,2 % en similar cotejo año a año. En tanto, agricultura y ganadería retrocedió el 12 % afectado por la severa sequía. Por otra parte, se han venido registrando copiosas lluvias en la región pampeana, lo que permite predecir una importante siembra de la agricultura de invierno, en especial la del trigo, que ya comienza. En octubre se iniciará la cosecha respectiva y si se mantiene la humedad necesaria, lo que parece previsible según las predicciones meteorológicas, las exportaciones a partir de noviembre se tornarán normales en el sector agroindustrial.

Sin desconocer la gravedad del fenómeno inflacionario, que daña el salario real y perturba las previsiones empresariales en términos de inversiones a futuro, cabe hacer referencias a algunos acontecimientos que indican interesante expansión de procesos productivos claves:

a) En este año se está logrando revertir el déficit energético estructural que alcanzó un pico en el año 2022. Ese déficit ha ido paulatinamente desapareciendo por emprendimientos novedosos en el área de la producción energética y acompañada de una importante caída de los precios de dichos insumos. El gobierno nacional ha adquirido gas licuado a muy bajos precios comparados con los del año anterior, para cumplir con la demanda invernal. A ello se agrega la reanudación de las ventas de combustibles sólidos a Chile, que se habían interrumpido 6 años atrás, y la habilitación en pocos días más del gasoducto Néstor Kirchner que transporta dicho combustible desde Vaca Muerta a una terminal en el centro de la provincia de Buenos Aires. La combinación de estos tres factores, implica que, del déficit energético del año 2022, estimado en 4.660 millones de dólares, se va a un monto en rojo inferior a mil millones de dólares.

b) Pocos días atrás, en la ciudad de Rio Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, se firmó un acuerdo entre las autoridades provinciales y el consorcio YPF-CFC (Compañía General de Combustibles) por el que se lanza la perforación del primer pozo en el área Palermo Aike, donde existen reservas de petróleo de 10.000 millones de barriles según estimaciones recientes; a ello se va a agregar próximamente el inicio de las operaciones off-shore en el área de Mar del Plata a 300 km de la costa bonaerense.

c) Una actividad prácticamente desconocida por el conjunto de la población argentina es el Impulso dado desde el 2019 al rol del ferrocarril en la actividad de carga dentro del territorio nacional. En los tres años se rehabilitaron diecinueve líneas: dieciséis de pasajeros y tres de carga. Desde el año 2019, al recibir la empresa Trenes Argentinos de Cargas la tarea de gestionar la rehabilitación de servicios, se pasó a transportar de 5.300.000 de tn. tres años atrás a 8.400.000 de toneladas en el año 2022. En el primer trimestre de este año el salto fue aún mayor. En este trimestre la empresa transportó 1.635.704 toneladas (un incremento del 69 % respecto al mismo período de 2019. Las cargas de agua, azúcar, cemento, cerámicos, vino, plástico, papel y gaseosas fueron los de mayor demanda. Un Informe desde la Empresa Estatal atribuyó estos notables incrementos a la diversificación de cargas, a la competitividad tarifaria y a las inversiones realizadas en obras de infraestructura y material rodante. El menor costo en fletes en relación al de los camiones ha repercutido favorablemente en producciones típicas de diversas economías regionales. Un ejemplo destacado al respecto lo constituyó el transporte de cemento a través de la línea San Martín, donde crecieron de 1.240 toneladas en marzo de 2019 frente a 40.000 toneladas de este año. La empresa tiene planes firmes para activar su rol en el transporte de cereales desde las zonas productoras a puertos, y también en el acarreo de litio, mineral de rápida expansión productiva en fechas recientes.

Estos tres avances constituyen apuestas a mediano y largo plazo muy dignas de ser tenidas en cuenta, que se deben completar con una mejor distribución del ingreso nacional.

De todas formas, para que haya crecimiento con equidad será preciso renegociar en forma integral el oneroso compromiso heredado de la administración Macri con motivo del acuerdo con el FMI, con pagos previstos de imposible cumplimiento y condicionalidades que son intolerables y fuertemente dañinas para el tejido productivo y social. A la vez, es preciso encarar una estrategia antiinflacionaria decidida que incluya acciones inmediatas de contención de precios y de mejora relativa de ingresos en el mundo del trabajo.

29/07/2016

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