El Presidente de Ecuador, el banquero Guillermo Lasso, cerró la Asamblea Nacional el martes pasado. Policías y militares ocuparon la entrada, impidiendo el acceso y consumando así el decreto 741 del Poder Ejecutivo, que ordenó “muerte cruzada”. Lasso enfrentaba un Juicio Político ante el cuerpo legislativo, que tendría los votos para su destitución. El presidente anunció la aplicación del art. 148° de la Constitución ecuatoriana, el cual “en situaciones excepcionales”, le habilita a cerrar la Asamblea Nacional y le permite gobernar bajo decreto por el lapso de los próximos 6 meses. Los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) aseguraron que ajustarán todo dentro de los plazos establecidos en la Constitución. El órgano electoral deberá convocar entonces para que los y las ecuatorianas elijan presidente/a, vicepresidente/a y 137 asambleístas. Esta medida sorpresiva tomada por el Presidente al día siguiente del comienzo de su Juicio político, tuvo su motivación en su segura destitución el próximo sábado 20 de mayo por el voto mayoritario de las y los congresistas de la Asamblea Nacional.

El gobierno, ante su debilidad, quiso mostrar fortaleza dictando el primer decreto sobre una reforma tributaria que denominó: “Ley para el Fortalecimiento de la Economía Familiar”. La misma contempla un aumento de los gastos deducibles anuales. Se beneficiará directamente al 99,8 por ciento de los contribuyentes, que tendrán, cada uno, un ahorro promedio de 558 dólares anual en el pago del impuesto. Este decreto, que pareciera contemplar la magra situación económica de las familias ecuatorianas, es la antesala de otras normas que no serían tan beneficiosas para la clase trabajadora. Se confirmó desde el ejecutivo que se está trabajando en otro decreto de Reforma Laboral.

A Lasso, la Asamblea Nacional lo sentó en el banquillo de los acusados por un supuesto peculado. Lo inculpan de saber y ser parte de una estafa por un contrato firmado por la empresa estatal Flota Petrolera del Ecuador (Flopec) y la empresa privada Amazonas Tanker . Como presidente avaló todo lo actuado pudiendo evitar mayores perjuicios para el Estado. Lasso hizo su descargo ante la Asamblea. Sostuvo que la Contraloría Nacional "jamás recomendó terminar el contrato con Amazonas Tanker" ni estableció "ningún tipo de indicios de responsabilidad penal contra ningún funcionario". "Todo esto debería ser más que suficiente prueba de descargo", agregó en su defensa.

No obstante, la situación económica y la violencia vinculada al narcotráfico que vive la sociedad ecuatoriana ayudaron a imponer el cierre de la Asamblea Nacional y presentar la medida como una salida “democrática” con una propuesta electoral. Lasso viene en caída. En las últimas elecciones departamentales y municipales le fue espantosamente mal. El correísmo ha ganado 4 de 5 provincias, cosechando más del 64% de los votos. Ni en los mejores tiempos de las presidencias de Rafael Correa, Revolución Ciudadana había tenido tanto apoyo a través del voto popular. Y hay que decirlo también, con su líder y gran parte de la conducción de Revolución Ciudadana, exiliados o encarcelados, lo cual hace más meritorio el resultado para la fuerza política opositora.

Ecuador tiene como moneda “propia” el dólar estadounidense como Panamá, Zimbabwe y El Salvador. Su economía cada vez más encorsetada por esta situación, no puede salir de la primarización. Su principal ingreso es el petróleo y su segundo ingreso tiene que ver con las remesas que envían los y las ecuatorianas que viven fuera del país. El jefe opositor dice, que lo que más exporta el país son ecuatorianos.

El expresidente Rafael Correafue uno de los primeros en reaccionarpor la disolución de la Asamblea Nacional. La aplicación del Artículo 148° es “ilegal, porque es obvio que no existe ningún estado de conmoción interna, sino un juicio político”, dijo el ex primer mandatario desde el exilio en Bélgica.

Mientras que la Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), otro sector de la oposición del Gobierno, convocó a un consejo ampliado extraordinario. Yaku Pérez, no vio ilegalidad en la medida tomada por Lasso al ser una "salida constitucional" que supone "un alivio a la incompetencia e indolencia de la pesadilla que representaba el presidente Lasso".

El expresidente Lenín Moreno se mostró partidario de la medida y solicitó unidad para evitar que el correísmo triunfe en las próximas elecciones generales. De la traición no se vuelve.

Guillermo Lasso pasó a segunda vuelta en las últimas elecciones presidenciales con poco menos del 20% contra su contrincante Andrés Arauz del correísmo, quien obtuvo casi el 33% de los votos. Todo indicaba que la suerte estaba echada para el lado del correísmo. Sin embargo, hubo un tercero en discordia: Yacu Pérez. El representante del fuerte movimiento indigenista promovió el voto nulo para la segunda vuelta. Pero evidentemente muchos de esos votos fueron para el banquero neoliberal. El correísmo tendrá una nueva oportunidad en 6 meses. Deberá articular políticas con el movimiento indigenista y limar todas las asperezas que arrastran desde hace mucho tiempo; como así también, el indigenismo deberá identificar al verdadero enemigo, que no es Revolución Ciudadana sino los sectores que propician el neoliberalismo como modelo político.

Por último y como una perlita, Perú ha sido el único país latinoamericano que ha enviado un mensaje de apoyo al mandatario ecuatoriano. Es un tanto paradójico. En Perú, por una situación exactamente igual, hoy su presidente, maestro y sindicalista, Pedro Castillo (elegido por el voto popular) por querer cerrar el congreso haciendo valer una manda Constitucional similar al artículo 148° de la Constitución ecuatoriana, está preso y se caracterizó a la situación como un golpe de Estado. Distintas formas de entender situaciones iguales en función de los gobernantes de signo político y condiciones sociales diferentes.