Argentina
02/10/2022

Miriam Lewin

"Es muy fácil y a la vez muy peligroso construir un enemigo público"

"Es muy fácil y a la vez muy peligroso construir un enemigo público"  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La titular de la Defensoría del Público de la Nación, advirtió sobre la proliferación de los discursos de odio. Puso el ejemplo de los mapuches. “Lo que ocurre en redes y en medios de comunicación tiene la potencialidad de transformarse en violencia concreta”, apuntó. La próxima audiencia pública en Comodoro Rivadavia.

Laura D' Amico

La Defensora del Público, Miriam Lewin, aseguró que "es indudable que lo que ocurre en redes y en medios de comunicación tiene la potencialidad de transformarse en un hecho de violencia concreta", en referencia a la proliferación de los discursos de odio y su relación con el atentado a la vicepresidenta, Cristina Fernández.

En el mismo sentido, sostuvo que "la estigmatización y la generalización de los mapuches como amenaza a la soberanía es muy riesgosa" y muchas veces opera, incluso, en la población que históricamente ha convivido con las comunidades.

En diálogo con Va Con Firma, la Defensora opinó que ante la emergencia de mensajes violentos, como los que emanan integrantes de Revolución Federal al ser entrevistados en medios de comunicación "es que es necesario contar con los elementos para neutralizar la violencia que conlleva ese tipo de discursos", y aclaró: "no cuestiono que se les dé voz, al contrario, me parece que es útil".

Lewin charló también sobre las audiencias públicas que realiza la Defensoría en todo el país, a las que definió como una "instancia democrática, asamblearia, donde cualquier persona que viva en la región puede venir a hablar, a presentar su reclamo, sus ideas, a transmitir sus experiencias en lo que tiene que ver con los medios de comunicación".

La próxima audiencia se realizará el 13 de octubre en Comodoro Rivadavia. Las personas que vivan en las provincias de la Patagonia pueden participar de manera virtual o presencial. Para inscribirse, hay tiempo hasta el 6 de octubre de completar el siguiente formulario: https://archivo.defensadelpublico.gob.ar/es/inscripcion-audiencia-publica.

-¿Cuál es el objetivo de estas audiencias públicas? ¿Cómo vine la organización de la que se realizará en la Patagonia?¿Saben cuántos inscriptos hay hasta ahora?

-Todavía no porque la inscripción finaliza el 6 de octubre. En general tenemos entre 100 y 120 inscriptos en todas las audiencias, combinando las modalidades virtual y presencial. Cuando nosotros asumimos, en junio de 2020, en pleno aislamiento, empezamos a esperar que volviera la presencialidad porque no se sabía cuánto iba a durar la pandemia. Pero cuando transcurrieron varios meses y la presencialidad no volvía, decidimos empezar a hacerlo virtual. Ahora la vamos a hacer en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Las audiencias públicas se hacen porque están en sintonía con el espíritu democrático y participativo de la Defensoría del Público pero además porque están establecidas por ley. Esta instancia democrática, asamblearia, donde cualquier persona que viva en la Región, puede venir a hablar, a presentar su reclamo, sus ideas, a transmitir sus experiencias en lo que tiene que ver con los medios de comunicación nacionales y de la Región. En las audiencias tenemos un equipo que recibe los reclamos y les da curso inmediatamente, y también tomamos nota de las distintas inquietudes.

En las audiencias en general están muy presentes los reclamos por coberturas inadecuadas de cuestiones relacionadas con la violencia de género, la invisibilización o estigmatización de los colectivos LGTBIQ, y también las dificultades para las personas con discapacidad de acceder a los medios de comunicación porque no se cumple en general con el artículo 66 de la ley de medios que indica que los medios tienen que tener subtitulado de calidad, audio descripción y lenguaje de señas. También tienen que ver los estereotipos de personas adultas mayores, que se ven infantilizadas (a través de frases como) "nuestros pobres abuelos", "nuestros queridos viejos". También la falta de contenidos relativos a niñez y adolescencia, la estigmatización o criminalización de los reclamos de pueblos originarios, la precarización laboral en el trabajo de prensa durante la pandemia. Las temáticas son muy variadas, participan ciudadanos y ciudadanas comunes, periodistas, cineastas, académicos, académicas, representantes de pueblos originarios... Esto seguramente va a estar muy presente en la región Patagonia. Uno de los reclamos que fue un denominador común en todas las regiones fue la sostenibilidad de los medios comunitarios, que se ven muy afectados económicamente por la pandemia y algunos han tenido que bajar la persiana y eso afecta la pluralidad de voces, los derechos de las audiencias.

-Justamente, uno de los ejes de la próxima audiencia es la concentración de medios. ¿Cómo ve el estado de concentración actual? ¿Cree que el gobierno sigue contribuyendo a esa concentración a través del reparto de la pauta oficial?

-Eso está muy presente en los reclamos de los medios comunitarios y también en boca de las audiencias. Uno de los reclamos es la disparidad de la distribución de la pauta y la necesidad de una ley de pauta. Nosotros tomamos nota y se lo trasladamos a la Secretaría de Medios.

-¿Qué evaluación hace con respecto a la posibilidad de traducir estas conclusiones en políticas públicas?

-Nosotros vemos con satisfacción que un 99,9 por ciento de los reclamos responden a líneas de trabajo muy activas y fortalecidas en los últimos años en la Defensoría del Público. Tanto lo que tiene que ver con niñez y adolescencia, estamos trabajando con Unicef; para personas con discapacidad, tenemos un Observatorio de Accesibilidad en la Defensoría; por los reclamos de personas mayores estamos trabajando fuertemente con PAMI, hicimos una campaña contra el viejismo y vamos a publicar una campaña de capacitación para detectar desinformación por parte de adultos y adultas mayores; acompañamos los reclamos de pueblos originarios y los reclamos de las audiencias en cuanto a estereotipos, discriminación y criminalización de los reclamos de los pueblos originarios. Vemos con satisfacción que estamos en sintonía con las inquietudes de las audiencias. En lo que tiene que ver con cuestiones que no podemos resolver directamente, remitimos las actuaciones a las reparticiones del estado encargadas de diseñar esas políticas.

-Quería preguntarle también por la proliferación de los discursos de odio. ¿Cree que surgen de la sociedad o de la política, y la toman los medios y la reproducen? ¿Cómo se retroalimentan?

-Es imposible detectar exactamente si la polarización responde a un descontento social o a una etapa de crisis en la que históricamente y a nivel mundial este tipo de culpabilización de un determinado colectivo puede cristalizarse. Es muy fácil y a la vez muy peligroso construir un enemigo público. Siempre pongo de ejemplo a las comunidades mapuches. Supongamos que se construye un enemigo público, una amenaza desde los medios de comunicación, como efectivamente de construyó. No es una hipótesis que se traslada al mundo real: pasó en el caso de Santiago Maldonado, en el de Rafael Nahuel y en el de Elías Garay. La comunidad Quemquemtrew fue atacada con armas de fuego cuando efectuaba un reclamo territorial y se perdió una vida, hubo derramamiento de sangre. A la vez se quiebra la trama social, se profundizan los resquemores, se radicalizan los prejuicios. A mí me sorprendió palpar esto en Bariloche, por ejemplo. Llegar de El Bolsón y que me dijeran "¿cómo te atreviste a ir a El Bolsón? Te pueden quemar el auto". Todo esto azuzado por los medios de comunicación pero tomado por la población en general, que había venido conviviendo con vecinos y vecinas mapuches y ahora los percibían como amenaza. Nosotros fuimos a hablar con los medios y logramos por lo menos una morigeración de este discurso. Estamos terminando las recomendaciones para una cobertura responsable de la cuestión de los pueblos originarios, que elaboramos con académicos que estudian el tema, con periodistas y con las mismas comunidades. Esperemos que esto sirva como una herramienta para neutralizar estos discursos. Ahora, es indudable que lo que ocurre en redes y en medios de comunicación tiene la potencialidad de transformarse en un hecho de violencia concreta como estos que mencioné y como el intento de homicidio a la vicepresidenta.

-A propósito del ejemplo, en este momento el título principal de un diario regional es "Villa Mascardi: Weretilneck advirtió riesgo en la soberanía y apuntó a Nación". ¿Qué responsabilidad tiene los políticos en la construcción de estos discursos?

-Esto es evidente. Supongamos que exista un núcleo de estas comunidades que ha decidido realizar acciones violentas. Yo me pregunto cuántas personas integran este grupo. ¿10, 20, 50? ¿Cuántos mapuches hay en la Patagonia? La delegación de la Defensoría que viajó a Bariloche fue testigo que hubo chicos de la comunidad de Villa Mascardi que tuvieron que dejar de ir al colegio por haber sido estigmatizados, publicadas sus imágenes en medios de comunicación.La estigmatización y la generalización -a veces es el poder político- de los mapuches como amenaza a la soberanía es muy riesgosa.Nosotros estamos trabajando en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires con esta temática con la legisladora Victoria Montenegro y con muchas organizaciones, el Centro Ana Frank, legisladores, universidades , académicos, periodistas, organismos de derechos humanos. Y estamos redactando recomendaciones en este sentido.

-Semanas atrás hemos visto numerosas entrevistas en medios televisivos y radiales a integrantes de Revolución Federal, luego del atentado contra la vicepresidenta, difundiendo mensajes muy violentos. Recuerdo en particular una a Jonathan Morel, donde justificaba su discurso violento diciendo que estaba enojado. ¿Cómo recomienda que abordemos esas entrevistas?

-Mi opinión es que es necesario contar con los elementos para neutralizar la violencia que conlleva ese tipo de discursos. Recuerdo que cuando en un talk show de la tarde uno de los integrantes de este grupo se lamentó de que hubiera fallado el disparo, dijo "lamentablemente falló", inmediatamente una de las columnista de este programa dijo "bueno, hasta aquí llegamos, este es nuestro límite". No podemos permitir que este tipo de expresiones lleguen al público. Yo creo que ese es el límite, sobre todo cuando ya se sabe qué tipo de línea discursiva utilizan estos entrevistados cuando se elige darles voz. Yo no cuestiono que se les dé voz, al contrario, me parece que es útil. Siempre recuerdo cuando en un programa de televisión, hace bastante tiempo, se puso un móvil en vivo en la casa del almirante Massera y se le permitió hacer uso de la palabra, prácticamente, sin interrupción cuando su discurso estaba estructurado sobre mentiras, sobre negativas a los crímenes de lesa humanidad. Era una suerte de proclama de Massera que no tuvo ningún contrapunto por parte del conductor. Eso es un ejemplo de lo que resulta peligroso. Es decir, si nosotros vamos a amplificar estos discursos sin contextualizarlos, sin cuestionarlos, ahí creo que no se está procediendo adecuadamente. Recalco que no cuestiono de ninguna manera que se le dé cámara o micrófono, pero hay que hacerlo con elementos concretos en la mano.

29/07/2016

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