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20/12/2020

Una vergüenza menos, una libertad más

Una vergüenza menos, una libertad más | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

A diferencia de la Universidad de Córdoba, en la Universidad Nacional del Comahue el Nunca Más es política y mandato. Y allí están nuestras ‘Doctoras Honoris Causa’ Noemí Labrune y Lolín Rigoni e Inés Ragni, Madres de Plaza de Mayo, para confirmarlo.

María Beatriz Gentile *

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Fundada en 1791, la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, es la más antigua de la Argentina.

Con orgullo suele mostrar, entre sus destacados egresados, aJuan José Paso, Dalmacio Vélez Sarsfield y Juan Bautista Alberdi; además de arrogarse la pertenencia a sus claustros de cuatro presidentes constitucionales: Santiago Derqui, José Figueroa Alcorta, Carlos Saúl Menem y Fernando de la Rúa.

Cuna de conservadores y reformistas, vio nacer una generación capaz de cuestionar el orden heredado de la consolidación oligárquica y gestar, en 1918, la Reforma Universitaria. Pero supo ser también, el refugio de elites políticas y eclesiásticas desalojadas del poder por el Yrigoyenismo.

Un juego permanente entre opuestos, como la provincia misma: del Cordobazo al centro clandestino La Perla, de Agustín Tosco a Luciano B Menéndez.

En ese marco de contradicciones, el negacionismo frente a los crímenes de la última dictadura, parece ser moneda corriente en algunos tribunales, cátedras y redacciones

En la facultad de derecho, por ejemplo, el abogado defensor de Ernesto “el Nabo” Barreiro, Osvaldo Viola, llevaba a sus alumnos a presenciar los juicios de lesa humanidad y les opinaba acerca de la inconstitucionalidad de los mismos

No extraña entonces, que el consejo directivo de esa facultad propusiera nombrar profesores eméritos a dos colaboracionistas del régimen de 1976. Lo que preocupa es que haya sido por unanimidad.

Los propuestos José Luis Palazzo y Jorge Edmundo Barbará, no sólo ocuparon cargos durante los años del terrorismo estatal sino que, en el caso del primero, el genocida Menéndez lo reconoció -en una carta dirigida a un ministro de facto- como un “luchador frontal contra los elementos comunistas… Allí en Epec actuó y desplazó a los seguidores nada menos que de Tosco”.

Palazzo era jefe de personal de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) cuando Tomás Di Toffino, segundo de Tosco, fue secuestrado y asesinado en febrero de 1977. Su hija aportó esa carta como prueba en el juicio La Perla-Campo de La Ribera.

J. E Barbará ocupó cargos como secretario y subsecretario de Gobierno, en la gestión del gobernador de facto Rubén Juan Pellanda y se lo acusa de haber firmado una nota de respaldo a la dictadura, en 1978, dirigida a la embajada de los Estados Unidos.

El pasado 15 de diciembre el Consejo Superior de la UNC rechazó por mayoría, con algunas abstenciones, el nombramiento de tales personajes como profesores eméritos.

Una postulación vergonzante. Impensable en el marco de una universidad y una provincia con miles de desaparecidos, asesinados y exiliados

Autoridades del máximo órgano de gobierno -incluso el vicerrector, decanos y algunos consejeros cercanos- hicieron todo lo posible para archivar el tema y así evitar el repudio generalizado; sin embargo, cuando vieron que no lo lograrían, debieron pronunciarse odesconectarse discretamente para no comprometer su voto. Otra vergonzante actitud.

Aun así, el cogobierno y la comunidad académica mostraron su fuerza. La decana Flavia Dezzutto dijo Nunca hemos sido ofendidos de esta manera, teniendo que discutir si distinguimos a quienes sostuvieron las tramas de un Estado que quebró vidas, empujó al exilio y sustrajo niños”.

La decana de Ciencias de la Información, Mariela Parisí, afirmó: “Nosotros no podemos ser cómplices ni corresponsables de esa decisión. Estaríamos cimentando el negacionismo. La carta del “Chacal” Menéndez dándole amparo a Palazzo, es una prueba irrefutable”

Y por último habló Ana Mohaded, sobreviviente del campo de concentración La Perla: “A nosotros nos violenta mucho más la presentación, que ese debate…Tiene que quedar claro hoy, en esta Asamblea, en este Consejo que se dijo que no. Que Nunca más”.

Un Nunca Más que en la Universidad Nacional del Comahue, a diferencia de la Córdoba, es política y mandato. Y allí están nuestras ‘Doctoras Honoris Causa’ Noemí Labrune y Lolin Rigoni e Inés Ragni, Madres de Plaza de Mayo, para confirmarlo.

Que violento es haber tenido que escuchar todo esto, como dijo la decana de filosofía; pero qué bueno es haber vuelto a ganar esta batalla. Como alguien escribió, hemos logrado una vergüenza menos y una libertad más.



(*) Historiadora, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

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