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“¿Qué puede pasar la semana que viene? Para nosotros no hay semana que viene, hay hora a hora”, dijo una fuente de la Casa Rosada a , graficando cómo vive el gobierno de Alberto Fernández la lucha contra el Covid-19, tan letal como impredecible.
Medidas a diario, tanto sanitarias como económicas y sociales, con el presidente como principal articulador y comunicador, conforman el ingrediente central de un menú que incluye el abrazo fraternal y el tono de autoridad que la emergencia requiere.
El gobierno espera un pico de casos de coronavirus para los primeros días de mayo y quiere llegar a ese umbral en las mejores condiciones. De ahí que el aislamiento social obligatorio se extendería más allá del 31 de marzo, ocupando casi toda la primera quincena de abril.
“Las decisiones se toman con la evaluación que se hace día a día pero todo indica que el aislamiento se va a extender, en principio, otras dos semanas, pero es una decisión que tomará el propio presidente”, confirman a desde el ministro de Salud de la Nación.
“Recién la semana que viene –agrega la fuente- vamos a poder evaluar los resultados de la cuarentena que empezó el 20 de marzo y la evolución de los casos. Nuestra apuesta es que el aislamiento nos ayude a aplanar la curva, a que no haya una explosión de casos que tornen imposible atenderlos y la situación se descontrole”.
Panoramas
“Hoy no hay un panorama claro. Lo vamos a tener en 10 días aproximadamente, cuando podamos ver los efectos del aislamiento. La foto de hoy es de hace quince días. Lo que estamos viendo hasta ahora es una mayor circulación del virus, donde se duplican los casos. Creo que la cuarentena sirvió para frenarlo un poco”, dice el ex ministro de Salud Adolfo Rubinstein a .
El antecesor de Ginés González García, al igual que casi toda la oposición, reconoce el liderazgo presidencial: “Es correcto que se extienda la cuarentena hasta después de Semana Santa. Hay que tener un mayor control de la situación antes de levantar la cuarentena y esto se puede lograr detectando y aislando a quienes pueden poner a circular el virus”.
“Una mayor cantidad de testeos permitiría levantar el aislamiento, que hoy es necesario mantener pero que es insostenible por períodos extensos, tanto desde el punto de vista psíquico, individual, como social y económico”, explica Rubinstein.
Desde la cartera de Salud informaron a este portal de noticias que “estamos recibiendo 7.500 reactivos por semana. Ya tenemos unos 65.000 y si bien es un recurso crítico en todo el mundo hasta el momento tenemos lo que necesitamos. El Malbrán está realizando unas 300 pruebas diarias sobre una capacidad de entre 600 y 700”.
También destacaron la descentralización de las pruebas, que se están realizando en ocho jurisdicciones que ya cuentan con los reactivos: Neuquén, Córdoba, Chaco, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Tierra del Fuego y San Luis.
Sin grietas
En el gobierno nacional valoran haber alineado tanto al oficialismo como a la oposición detrás de un presidente que se muestra activo y con reflejos ante una situación tan dinámica como compleja. Visión que parece ser compartida por el ciudadano de a pie.
Una encuesta de Analogías da cuenta de que el 94,7 % de los entrevistados respalda las medidas tomadas por el gobierno frente a la pandemia y que tres de cuatro consultados consideran que el consenso alcanzado con gobernadores y oposición cierra “la grieta”. El mismo relevamiento coloca en un 79,2 % la aprobación a la gestión de gobierno. (Ver nota aparte)
Sobre esta realidad trabaja el presidente desde la Residencia de Olivos, donde mantiene reuniones con sus colaboradores y sigue la acción de las áreas de gobierno involucradas en el combate de la pandemia: hay contactos permanentes con los miembros del gabinete, quienes reportan sobre la implementación de las medidas.
El Olivos destacan la buena respuesta que encuentran de los intendentes, fundamentalmente en el conurbano bonaerense. Esto incluye a los distritos en los que gobierna la oposición. Es que el gobierno espera que el grueso de los casos que llegarían con frío se dará en el Área Metropolitana, esto es en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
El contacto es permanente con el Jefe de Gobierno porteño, y uno de los principales referentes de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta, y con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quienes administran los distritos con mayor cantidad de contagiados.
El gobierno sabe además que el rol de intendentes y gobernadores es clave para hacer cumplir el aislamiento social. También para la implementación de las medidas que se están adoptando para paliar los efectos económicos y sociales que provoca la pandemia.
En el centro del ring
Las definiciones del presidente son instrumentales y, a la vez, eminentemente políticas. “Entre la salud y la economía, elijo la salud”, dijo Alberto Fernández. Una posición que hoy no se atreve a cuestionar ni siquiera el macrismo explícito. Declaración que marca el camino del programa de crisis que el gobierno puso en marcha con el inicio de la cuarentena.
El contraste con lo que ocurre en el Estado Unidos de Donald Trump o el Brasil de Jair Bolsonaro, referentes de la derecha vernácula, es evidente. Definitivamente Argentina toma un camino diferente, donde importa más la vida que las ganancias. Y esto va más allá de la coyuntura.
El gobierno nacional anunció un plus salarial para médicos y trabajadores de la salud que combaten al virus en la primera línea de la trinchera de $ 5.000 y que se podría extender al personal de Seguridad. Los beneficiarios son unos 750.000 trabajadores, quienes tendrán un ingreso extra durante los meses de abril, mayo, junio y julio.
También estableció el Ingreso Familiar de Emergencia, que se otorgará a las personas que están desempleadas, trabajen de manera informal, sean monotributistas de las categorías “A” y “B” y a las trabajadoras de casas particulares, quienes cobrarán la ayuda a través del CBU.
Además, anunció el congelamiento por seis meses de los alquileres y de las cuotas de los créditos hipotecarios, y la suspensión de los desalojos. Antes había dispuesto que no se pueden interrumpir los servicios de luz, gas, agua, internet, TV paga y telefonía impagos a los sectores más vulnerables durante el mismo plazo.
Las medidas también incluyen la asistencia a las pequeñas y medianas empresas de hasta 25 empleados que tengan dificultades para pagar salarios debido a la caída de la actividad económica y la asistencia económica a las provincias que analiza el gabinete económico.
Paso a paso
“Es probable que con la llegada del frío tengamos mayor circulación del virus y que esto pueda ocurrir a fines de abril o principios de mayo, por eso tenemos que estar preparados para enfrentarlo”, reconocen en el Ministerio de Salud.
“Cada uno haciendo su parte –agrega la fuente-, por eso es muy importante que la gente se quede en su casa y tome todas las precauciones. La evolución de la situación es muy dinámica y por lo tanto difícil de pronosticar”.
El gobierno elige así adelantarse a los acontecimientos, tomar la iniciativa. Esto le evita al presidente ir detrás de los hechos. Además, imprime una forma de ejercer el liderazgo, algo que hoy es respetado por propios y extraños. Un hecho impensado algunos meses atrás.
“Creo que al principio se subestimó lo que ocurría pero después el gobierno hizo lo que se debía hacer. Es muy importante que el presidente se haya puesto al frente de la situación, ejerciendo un liderazgo importante”, subraya Rubinstein, diferenciándose de quienes volvieron a apostar a la “grieta” ante la probable llegada al país de médicos cubanos.
Para el ex funcionario “es fundamental también el apoyo cerrado de la oposición, la articulación que está habiendo. Esto es muy importante para enfrentar con éxito la pandemia pero también para después, para poder cerrar la grieta y trabajar juntos en los temas importantes”.
Escenarios
¿Qué posibilidades se abren a partir del 31 de marzo, cuando terminen los once días de aislamiento? Es seguro que el gobierno apostará a ampliar el aislamiento pero con la vista puesta en cómo salir de él. El escenario es complicado: el fin de la segunda cuarentena puede producirse en la misma fecha en que se prevé un pico de contagio, o poco antes.
Para ese momento el gobierno espera contar con datos más precisos sobre la circulación del virus y la efectividad de las medidas para contenerlo. También evaluará la temperatura social. Las consecuencias del encierro (que puede sumar casi un mes) no son sólo económicas sino también psíquicas y emocionales.
Una salida ordenada del asilamiento, manteniéndolo para grupos de riesgo y mayores de 65 años, en base a la internalización de las nuevas prácticas de contacto social y cuidado personal, asoma como el escenario más probable.
Sin embargo, todo dependerá de la cantidad de contagios, del control sobre esa población y, fundamentalmente, de la posibilidad o no de “aplanar” la famosa curva. Interrogantes que comenzarán a develarse en unos 20 días. Algo que, hoy por hoy, equivale a un siglo.
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