Cristina Fernández de Kirchner publicó en su cuenta de Facebook una extensa carta donde aborda diferentes temáticas críticas sobre el gobierno y el país.

En primer lugar habló de operaciones de inteligencia a raíz de que “en la madrugada del día sábado 18 de junio rompieron y abrieron, a patadas, la puerta de entrada de la vivienda (…) de la casa de los padres de quien fuera mi compañero”.

Y aclaró que “esa metodología (…) nos remite a épocas pasadas. Las dos marcas sobre la pintura blanca traen, además, el sello inconfundible de los borceguíes. La confirmación de que no se habían llevado nada despeja cualquier duda”.   

Agregó que la policía de Santa Cruz identificó hace poco tiempo a 6 oficiales de la policía metropolitana de la ciudad de Buenos Aires que “contaron que iban a dicha ciudad con el fin de llevar a cabo diligencias procesales de allanamientos”. Y remata con la pregunta “¿Fuerza paraestatal?”

La ex presidenta continúa su publicación con la advertencia de Agustín Rossi en el Parlasur sobre si los servicios de inteligencia están espiando y persiguiendo al kirchnerismo: "¿Se está construyendo una fuerza paraestatal (...) con apoyos de los servicios de inteligencia para perseguir a dirigentes que hemos sido funcionarios del gobierno anterior?”.

Y afirmó que “las preguntas tienen respuesta y, lamentablemente, no es negativa. Fueros mediáticos y judiciales, sumados a servicios o fuerzas paraestatales de inteligencia, son una combinación antidemocrática que tiene como inevitable resultado una Democracia de nula intensidad, como nunca se vio desde 1983”.

Cristina Fernández habló de “persecución ideológica y hostigamiento mediático” y sobre la causa de  "Dólar futuro", en la que “se procesó a funcionarios del anterior Gobierno”. Aclaró que “el actual Gobierno fue el que tomó la decisión de devaluar después del 10 de diciembre” y calificó de “un verdadero escándalo” que  “hombres de negocios que el año pasado compraron esos contratos llegaron al Gobierno, y como funcionarios pactaron el precio de lo que habían comprado como empresarios”.

También denunció persecución contra los artistas que apoyaron al anterior gobierno y que fueron acusados de “una "supuesta" malversación de fondos públicos del INCAA”.

Sobre el procesamiento de ex funcionarios por el "Fútbol para Todos", indicó que “el gobierno actual sí está negociando con los dirigentes de la AFA cómo se van a repartir el negocio entre ellos”.

Cristina Fernández de Kirchner indicó que sólo gracias a los fueros mediáticos y judiciales “el mayor escándalo internacional en materia financiera de los últimos tiempos -el caso Panamá Papers-” pudo haber recibido “un tratamiento tan superficial y liviano por parte de la prensa”.

Definió a la actual democracia como de “nula intensidad” debido justamente a “los fueros mediáticos y judiciales, sumados a servicios o fuerzas paraestatales de inteligencia” que tienen como objetivo asustar y amedrentar a los opositores de un 

“un plan económico que está haciendo estragos en el tejido social argentino”.   

En la carta, dejó en claro que “todos los sectores han sido castigados, salvo el  financiero y el primario concentrado” y que este hecho es “minimizado o directamente ignorado por la prensa hegemónica”.

También explicita que los movimientos nacionales y populares fueron perseguidos a lo largo de la historia con la única intención de “generar sentido común negativo contra la política en general, y contra lo nacional y popular como fundamento no sólo económico y social, sino esencialmente cultural”.

La ex mandataria aclara que “los movimientos políticos fueron, son y serán juzgados, no por las individualidades, sino por los resultados de sus políticas públicas y la calidad de vida que sepan generar para todos sus ciudadanos”.

De esta manera, la situación que provocaron las políticas del actual gobierno como “gente sin trabajo y sin alimentos, precarización laboral”, estudiantes sin estudios, científicos sin trabajo, “pequeñas y medianas empresas al borde del colapso” son “sólo algunas de las calamidades cotidianas que no se pueden tapar con nada”.

Finalmente indica que el gobierno debería comprender que “los argentinos no piden, ni pretenden, que nadie les regale nada. Sólo necesitan que su país les vuelva a garantizar las oportunidades para poder organizar su vida y la de su familia, en libertad y con trabajo”.