El presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, apuntó contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren, al señalar que un aumento del 400% en la tarifa del gas para los consumidores residenciales de la Patagonia constituye “un verdadero despropósito” y que otro tanto ocurre con el alza del 1.200% o más para la pequeña empresa, los hoteles y las Pymes.

En declaraciones a FM Nativa y Patrlamentario.com, Pichetto dijo que “lo de Aranguren ha sido siempre salvaje, de medidas económicas aplicables a una empresa, a la Shell, y eso no cierra cuando hay que administrar a un país donde hay que tener en cuenta a la gente”.

Explicó que con los tarifazos “se coloca a nuestros destinos turísticos fuera de mercado” y que es “de una estupidez absoluta no comprender una diferenciación por regiones. En la Patagonia el gas es un insumo fundamental para la vida en la época invernal, que es muy larga, empieza en marzo y termina en septiembre”, precisó.

Pichetto también cuestionó la postura del gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, a propósito del aumento. “No entiendo mucho la postura, que estaba de acuerdo con el 400%, debe ser que esto está relacionado con el subsidio de la actividad productiva del gas, porque si no no es comprensible”, opinó.

A juicio del legislador peronista, había que actualizar la tarifa en un marco gradual “y manteniendo la política de subsidio al gas patagónico, porque además somos la región productora”.

En relación a la frase “en la Patagonia la gente andaba en remera en la casa”, pronunciada por el ministro del Interior Rogelio Frigerio, Pichetto dijo que le parecía “desafortunada” y “ridícula” y tras aclarar que con el funcionario nacional mantiene “diálogo y respeto”, se preguntó: “¿en un hogar de la Patagonia cómo hay que estar?, ¿en sobretodo?

Indicó que con medidas como el tarifazo “se abre un escenario de conflictividad social y expresó su preocupación por “el parate de la construcción, en la obra pública y la pérdida de empleo en la actividad petrolera”.

En relación a su rol como opositor, Pichetto ratificó su postura de “apoyar los temas que indudablemente son política de Estado, y en lo que haya que diferenciarse, lógicamente, habrá que hacerlo también”.

Pichetto reiteró que acuerda con los proyectos de pago a jubilados y el blanqueo, que a su juicio están en línea con el gobierno nacional anterior. A la vez criticó otros aspectos del macrismo, como “un ejercicio del poder quizás excesivamente cesarista, especialmente de algunos sectores más duros del Pro, donde entienden que no hay que dialogar”.

Alertó respecto al endeudamiento del Estado, al señalar que se está tomando deuda a tasas “muy altas” y dijo esperar que el país no entre en otro ciclo “nefasto” de “endeudamiento loco”.

Afirmó que habría que acordar “la defensa de la industria nacional, del empleo argentino, la recuperación de la obra pública, como motor también de desarrollo, la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra la pobreza, ejes que pueden formar parte de la Argentina de hoy”.

Respecto a si propugna un acuerdo más integral que a consensos “ley por ley” como se ha dicho desde el macrismo, expresó: “a mí me gustaba un acuerdo más integral”, pero evidentemente se va a una discusión ley por ley.