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A mitad del vuelo y con la Argentina sometida a una severa turbulencia, el presidente Javier Milei decidió ceder el control a Donald Trump con la esperanza de que sea la subordinación geopolítica la que detenga la sangría económico-financiera, calme el creciente malestar social y reordene el mapa político. Pero nada de está sucediendo, sino más bien todo lo contrario: la crisis se acelera y las elecciones nacionales del 26 de octubre aparecen, cada día con mayor nitidez, como un punto de inflexión.
A pesar del presuntuoso “rescate” anunciado en Washington y la euforia inicial “de los mercados”, la debacle no se detiene: la economía da signos de estancamiento que agravan un delicado cuadro social, los escándalos por presuntos ilícitos y hechos de corrupción se multiplican (ahora con el inefable José Luis Espert ocupando el papel estelar) y el cuadro político-institucional evidencia su fragilidad a través de resonantes derrotas legislativas y la atomización del arco “paraoficialista”.
¿Qué alcances tiene el salvataje anunciado con bombos y platillos por la Casa Blanca y que impacto puede tener tanto en la Argentina como en la región? ¿Qué riesgos y posibilidades abre? ¿Cuál es el escenario político que comenzará a definirse con el resultado de los comicios legislativos que atravesarán el país en poco más de 20 días?
“No se sabe exactamente en qué va a consistir el salvataje pero sí que llegaría, igual que sucedió con Mauricio Macri, muy cerca de las elecciones. Pero si Milei quiere beneficiar a la Argentina, ¿por qué no le pide a Trump que levante los aranceles al acero y al aluminio? No levanta la voz diciendo, ‘si nos quieren ayudar, levanten los aranceles para fortalecer a los productores argentinos’ ¿Por qué no lo hace? Porque el interés imperialista está en subordinar la economía argentina a los intereses estadounidenses”, asegura a
Gabriela Montaño, Subdirectora Ejecutiva del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
“El rescate anunciado por Washington solo puede interpretarse como parte de una estrategia más amplia, destinada a limitar la influencia china en la región y reconfigurar a la Argentina dentro de la órbita geopolítica estadounidense; se inscribe en la estrategia de reconfiguración hemisférica estadounidense: contener a China, condicionar a Argentina y reinstalar el viejo patrón de dependencia política y económica”, añade a Sabino Vaca Narvaja, politólogo y embajador de Argentina en China entre 2021 y 2023, en diálogo con
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Al rescate
El rescate prometido por el gobierno de los Estados Unidos, pero aún no confirmado y sin fecha cierta de materialización, constaba de tres herramientas: un swap (intercambio de monedas) por US$20.000 millones, otros US$20.000 millones de una línea financiera directa e intervenir para “estabilizar el peso”. Sin embargo, en la semana que pasó parece haber quedado solo en pie la primera de ellas. En cualquier caso, el respaldo político es contundente.
“Estos rescates no son nuevos en Latinoamérica, ni para Argentina. Se trata de mecanismos y formas de subordinación en momentos de crisis económicas. En Argentina hubo situaciones similares con Menem, De La Rúa y Macri, y en todos los casos terminaron muy mal”, explica Montaño, quien se desempeñó como ministra de Salud de Bolivia durante el último gobierno de Evo Morales.
“Macri, con el FMI, significó deuda por 45 mil millones de dólares, en el anterior gobierno de Trump; y ahora Milei sumó 20.000 millones. Y esto no es para fortalecer la producción ni para la construcción de infraestructura, sino para pagar deudas, que terminan siendo eternas e impagables por los pueblos”, añade.
Para Vaca Narvaja “todavía es prematuro afirmar si el rescate económico-financiero anunciado por el secretario del Tesoro de la administración Trump se concretará. Lo que sí quedó claro en los últimos días es que el mercado muestra una profunda desconfianza: por un lado, el dólar volvió a escalar, las acciones y bonos argentinos cayeron y el riesgo país superó nuevamente los 1100 puntos básicos”.
“Como siempre ocurre, el respaldo de Washington llega atado a condiciones duras: reformas laboral, previsional y tributaria, privatizaciones, eliminación de subsidios y suba de tarifas, además de la continuidad de las retenciones a la soja para no afectar a los exportadores estadounidenses, como pudimos ver la semana pasada en un episodio por demás bochornoso”, agrega a
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Para el exdiplomático “Argentina no puede resignarse a ser solo proveedora de materias primas, debe disputar, con políticas de Estado, un lugar en las cadenas globales de valor vinculadas a sectores como: Minería, Energía, Agroalimentos, Economía del Conocimiento y Turismo, en los que tenemos enorme potencial”.
Montaño advierte,sin embargo, que “estas formas de subordinación vienen además con condicionamientos en relación a los recursos naturales” y que esto puede implicar “desde las llamadas tierras raras, con minerales como el litio, hasta el gas y los hidrocarburos, donde, por ejemplo, haya exclusividad para los Estados Unidos o para ciertas empresas transnacionales”.
Y suma: “No debería excluirse otro factor: el establecimiento de bases militares para controlar esos territorios de donde se quieren extraer los recursos naturales, un combo completo que intenta imponer una dependencia absoluta”.
Es la geopolítica, estúpido
Más allá de la coyuntura económica, que no es algo menor tanto para los argentinos de pie como para quienes están atentos a las posibilidades de hacer negocios, la intervención estadounidense tiene una dimensión política que tanto Trump como Milei se encargaron de destacar.
“Estados Unidos, y Trump específicamente, buscar fortalecer a un aliado estratégico como Javier Milei en una región donde gobiernan Lula, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum. También que la influencia de China sea afectada y reducida. No olvidemos que Argentina tiene un swap con China por un monto muy similar al que se acordaría ahora”, destaca Montaño.
Pero añade que “hay quienes aseguran que Milei, en realidad, tiene una actitud de doble subordinación: al imperialismo estadounidense pero también a China, ya que asume decisiones que en lugar de fortalecer a los productores argentinos, fortalece a los intereses de esas potencias”.
Para Vaca Narvaja, “el rescate de Washington no puede entenderse únicamente en términos financieros, sino, sobre todo, geopolíticos. La Argentina es uno de los países de la región que cuenta con un gran caudal de inversiones chinas en sectores estratégicos, lo que explica en buena medida la renovada atención de Estados Unidos”.
“Como ha señalado Juan Gabriel Tokatlian -añade- la Casa Blanca busca recuperar y afianzar la condición distintiva de América Latina como esfera de influencia excluyente, reeditando una visión hemisférica que procura contener la gravitación de China y reinstalar la centralidad estadounidense”.
Para el politólogo “todo indica que el rescate de Washington estaría condicionado a cancelar el millonario acuerdo de divisas vigente con China. Así, aunque estas medidas se presenten como acciones de estabilización económica, en realidad reflejan la capacidad de Estados Unidos de intervenir en la región no solo para otorgar oxígeno financiero sino también para asegurar alineamientos estratégicos frente a la expansión de Beijing”.
La política de seguridad estadounidense aporta más claves de lectura en ese sentido. Para Vaca Narvaja “tanto la ex jefa del Comando Sur, Laura Richardson, como su actual jefe, el almirante Alvin Holsey, han subrayado la importancia de América Latina para Washington, destacando recursos como el triángulo del litio, las reservas de petróleo, los minerales estratégicos de Venezuela, los bosques amazónicos y el 31 % del agua dulce del planeta”.
Y agrega: “Estados Unidos ha encarado una ofensiva explícita para frenar la cooperación nuclear con China, en particular la construcción de Atucha III. No es casual que, en distintas visitas, funcionarios norteamericanos hayan advertido sobre la ‘inconveniencia’ de avanzar con tecnología china en el área nuclear”.
El exdiplomatico recuerda que “en 2022, la subsecretaria adjunta de Seguridad Internacional del Departamento de Estado, Ann Ganzer, visitó el país con ese objetivo, presentando cuestionamientos sobre la supuesta falta de calidad y seguridad del proyecto. Sin embargo, Nucleoeléctrica Argentina desestimó esos argumentos, al considerarlos carentes de rigor técnico y basados en recortes periodísticos sin fundamento científico. No es casual que ahora el gobierno haya publicado el decreto que autoriza la venta del 44% de las acciones de Nucleoeléctrica”.
Vaca Narvaja suma que “la autorización, mediante el Decreto 697/2025 y sin pasar por el Congreso, para que la Armada de Estados Unidos realice ejercicios en la base naval fueguina. En paralelo, se reflotaron las conversaciones sobre la posible instalación de una base militar estadounidense en Tierra del Fuego. Estas medidas generan preocupación por sus implicancias para la soberanía nacional, considerando además que Estados Unidos es ‘socio estratégico de Gran Bretaña’, país que mantiene la ocupación ilegítima de las Islas Malvinas”.
Otra crisis, otra oportunidad
Sin embargo, el escenario es provisorio y está sujeto, en última instancia, a lo que la sociedad pueda hacer en él. Así, incluso, lo reconoció el propio el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, quien condicionó la asistencia al resultado electoral. Es decir, a que la Libertad Avanza salga airosa de los comicios legislativos.
“Milei había apostado a que la sociedad legitimara en las urnas el ajuste, pero la derrota del 7-S bonaerense, así como la performance negativa en otras elecciones provinciales y las masivas protestas callejeras, demostraron el malestar popular con las medidas del gobierno”, señala Vaca Narvaja.
Y agrega: “El deterioro en los índices de confianza y en las encuestas confirma un escenario de desgaste político y social creciente, donde la promesa de inversiones o compras puntuales de bonos por parte del Tesoro norteamericano no alcanza para revertir la incertidumbre ni resolverle el problema económico a la población”.
“El peronismo -subraya- aparece como el principal partido de oposición, con capacidad de capitalizar el malestar y articular un freno político a los embates del oficialismo. Su desafío inmediato es mantener la unidad interna y presentarse como alternativa de gobernabilidad frente a un oficialismo debilitado y cada vez más condicionado por exigencias externas”.
En este sentido, asegura que “si logra proyectar un programa claro de gobierno, el peronismo puede convertirse en el factor decisivo que marque el rumbo de la transición política en la Argentina. Es indispensable también trabajar con las distintas fuerzas de la oposición, y los sectores productivos, académicos y sociales para diseñar y consensuar planes de largo plazo, que aprovechen las ventajas estructurales de Argentina para proyectar una estrategia de desarrollo autónoma y no subordinada”.
“Hay algunos golpes de efecto que a veces nublan la mirada histórica”, advierte Montaño, para quien “el señor Caputo no es otro Caputo que el que fue ministro de Macri, es el mismo. Y sucede algo similar en toda la región. Hay que entender este tipo de acciones de subordinación económica, territorial y militar, y también, sus pequeñas novedades”.
Entre ellas señala “la apertura ya no solo a las empresas transnacionales sino una nueva vuelta de tuerca del capital financiero más oscuro, que se mueve a través del impacto de las redes sociales. A mí no me parece casual que el gran trofeo que le da Trump a Milei sea un tuit impreso en un papelito. Creo que es una señal a esas inversiones que aparecen en un tuit, como sucedió con la criptomoneda Libra, y que pueden estafar a millones de personas en todo el mundo”.
De regreso a octubre
Montaño, que también presidió las cámaras de Diputados y Senadores en Bolivia durante el gobierno del Movimiento al Socialismo, advierte sobre el impacto regional que tendrá lo que ocurra en la Argentina.
“En Bolivia, los dos candidatos que participarán de la segunda vuelta el 19 de octubre ya han ido a Estados Unidos a arrodillarse, buscando que se les abran líneas de crédito. Ninguno piensa en resolver la situación económica a partir de las decisiones que podamos tomar en el país. Ambos piensan, igual que Milei, que la solución va a venir de afuera”, destaca.
Y detalla que “si bien inicialmente Tuto Quiroga aparece como la derecha más alineada al imperialismo estadounidense, Rodrigo Paz, si llegara a ganar las elecciones, va a necesitar de los votos en la Asamblea Legislativa Plurinacional del sector de Tuto Quiroga, de Samuel Dovía Medina, de Manfred Reyes Villa, etc. Y es muy probable que quien logre alinear a todos estos sectores políticos sean la embajada de Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial”.
Una situación análoga a lo que puede suceder en nuestro país. “Los comicios de octubre son fundamentales porque representan la oportunidad para que la ciudadanía exprese con claridad que el rumbo actual del gobierno solo ha favorecido a una minoría muy reducida”, establece Vaca Narvaja.
“Hoy, el 1% concentra la riqueza generada por el esfuerzo del 99% restante, lo que agrava la desigualdad y debilita la cohesión social. Cuando los mecanismos de representación fallan en contener la concentración de poder, se erosiona la base social y el sentido de la democracia”, advierte.
En este contexto señala que “es clave que el oficialismo no consiga sumar más de un tercio de la Cámara, porque superar ese umbral le permitiría aprobar ciertas iniciativas sin necesidad de negociar con la oposición. Muchas de estas decisiones, que requieren dos tercios de los votos de los presentes, tienen un impacto directo sobre cuestiones fundamentales como la soberanía, la economía y la distribución de recursos”.
“Limitar la capacidad de maniobra del gobierno -destaca- garantiza que las medidas de mayor trascendencia sean debatidas y consensuadas, fortaleciendo el equilibrio institucional y la representación de toda la sociedad”.
Desde una perspectiva regional, la elección también resulta trascendente. “Alguna vez Álvaro García Linera planteó que los giros de la política latinoamericana se marcan por los giros en la política argentina. Para Trump y para el imperialismo es muy importante no perder la fortaleza de un aliado como Milei. Y van a meter muchos recursos para que así sea”, advierte Montaño.
Pero también destaca que “les está siendo muy difícil seguir presentando al gobierno de Milei como un ejemplo para el resto del continente, ya que está haciendo agua. Con la posibilidad de un triunfo del peronismo, la Argentina deja de ser ese ejemplo que puede exportarse a toda la región sobre el éxito de la derecha y la ultraderecha”.
“Esta elección -subraya Vaca Narvaja- no es un trámite electoral: es un momento decisivo para reafirmar un proyecto nacional inclusivo, con justicia social, respeto a la independencia y límites claros frente a políticas que están favoreciendo únicamente a una minoría privilegiada”.
“Tenemos que aprovechar el marco multipolar y la relación con los países emergentes, que hoy son los que presentan economías más dinámicas y complementariedad, para construir una inserción autónoma e inteligente”, concluye.
Así, en medio de las turbulencias y con un escenario incierto, la Argentina enfrenta en tres semanas mucho más que una elección. Quizás, buena parte de su futuro inmediato. Y con él, el efecto que esto pueda tener sobre el resto del continente.
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