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El Frente Milagro Sala realizará hoy y mañana un acampe frente al Palacio de Tribunales, donde funciona los jueves la Corte Suprema de la Nación, para reclamar que traten las causas contra la líder de la Tupac Amaru ya que “tienen cajoneadas la revisión de más de 200 nulidades” en las sentencias que la condenaron.
“Hace 3 años tienen cajoneadas la revisión de las más de 200 nulidades; una de las sentencias condenatorias, la famosa causa de los pibes villeros por la que condenaron hasta 13 años a Milagro, está en revisión y no la han decidido tratar”, indicó el abogado del Frente, Fernando Gómez, a .
Y agregó que van a realizar “una vigilia y acampe reclamando que traten esa causa y que absuelvan a Milagro Sala por los delitos que le inventó Gerardo Morales en Jujuy”.
La actividad que lleva adelante el Frente por Milagro Sala está enmarcada en una serie de hechos políticos que llamaron “Diciembre de Luchas por la Liberación”, y que tiene tres consignas: Libertad a Milagro Sala; No al FMI y Navidad sin presos ni perseguidos políticos.
“La única razón por la que Milagro está presa es por la decisión política de construir tribunales al solo efecto de motorizar una condena”, definió el abogado del Frente y destacó que “el poder judicial conformado para construir y edificar las causas contra Milagro Sala fue digitado en las oficinas de la UCR con Gerardo Morales y la familia Blaquier”.
Como indicaron en un comunicado, “la Corte Suprema se niega desde hace años a tratar una inédita cantidad de nulidades y a revisar el fallo que condenara a Milagro Sala y las compañeras y compañeros de la Tupac Amaru”.
Sobre la posible respuesta de la Corte, Gómez explicó que “lo que ellos tienen que tener es la convicción de que acá hay un apremio jurídico para la Argentina, que no lo decimos nosotros, ya lo dijo la ONU y el Comité contra la Tortura; y lo ha dicho la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, que manifestaron que “Milagro Sala es una presa política”.
Y aclaró que por esta falta de respuesta “están edificando responsabilidades internacionales para el Estado nacional”.
El abogado consideró “que esta es una Corte Suprema postrada moralmente, hace años no veo un nivel de raquitismo jurídico en el pensamiento de los integrantes de la Corte; más allá del default moral en que ha entrado la máxima institución del poder judicial, además son limitadísimos en muchísimos aspectos, fundamentalmente los dos que propuso Mauricio Macri”.
Sobre las nulidades y la falta de pruebas contra la dirigente jujeña, Gómez indicó que “Gerardo Morales se jacta todo el tiempo y dice que Milagro es una chorra” pero “no hay una sola causa” que acredite eso.
“Han intentado avanzar con la llamada megacausa, que ni siquiera ha transitado el proceso de instrucción, que sería por administración fraudulenta; el problema es que peritos de la Corte Suprema y peritos privados acreditaron que Milagro Sala recibió menos plata de lo que está puesto en ladrillos en la obra en Alto Comedero”, definió el referente de la organización social.
Y agregó que “lo que hay son imputaciones de instigadora a cometer delitos, instigadora a cualquier hecho de violencia que haya sucedido en cualquier barrio de la provincia de Jujuy, son un sinnúmero de fabulaciones; todo lo malo que pasó en Jujuy lo instigó Milagro Sala y van acumulando condenas en su contra”.
Entonces, lo que plantea es que “las nulidades están a la vista” porque “no hay una gran maniobra de ocultamiento; hay barbaridades que son explícitas, como empleados públicos contratados por Gerardo Morales que declaran como testigos y víctimas”.
La pata política
Consultado por la importancia de la política en el proceso de liberación de Milagro, Gómez planteó que “tiene que haber mayor vehemencia y mayor permanencia del reclamo”.
Esto implica que en primer lugar, “no se tiene que mover al ritmo de la coyuntura, uno no puede pensar que es más o menos conveniente hablar del fin de las persecuciones políticas y de la libertad de Milagro cuando estamos dentro o fuera de campaña”.
Y en segundo lugar, indicó que “tiene que haber volumen y decisión política”, es decir, “más vehemencia en la edificación de la respuesta política, y además del rol de militantes de cada uno, los que tienen responsabilidad institucional tienen que poner esa responsabilidad al servicio de esa causa”.
“La persecución política no es sana para la democracia, y muchas veces en las discusiones sobre el Lawfare nos olvidamos del suplicio cotidiano que viven los perseguidos que todavía siguen presos”, completó Gómez.
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