"La devolución del IVA a la canasta básica beneficiará a 8 milones de personas", dijo Alfonso Prat-Gay, el ministro de Hacienda y Finanzas, en el marco del Bloomberg Argentina Summit 2016.

En la misma exposición, coincidió que hay 12 millones de personas en el país en situación de vulnerabilidad, en sintonía con los datos de pobreza que publicó la Universidad Católica Argentina (UCA), en un 34% para marzo.

Los números, en una rara paradoja viniendo de quien viene, son uno de los principales problemas del gobierno, a la hora de comunicar.

Según un estudio de la fundación Mediterránea, que nunca podrá estar a la izquierda del Ministro, quitar el IVA a la canasta alimentaria beneficiará a 836.000 pobres e indigentes. Bastante menos que los 8 millones anunciados por Prat Gay.

Los números de Mediterránea están lejos de sacar de la pobreza a los 12 millones de compatriotas que entraron en esa categoría. Ni siquiera alcanzaría para revertir la alarmante cifra de 2,4 millones de indigentes. O sea, argentinos y argentinas que no alcanzan a comer lo mínimo e indispensable que necesita un ser humano.

La reducción del IVA sobre los productos de la canasta familiar (que delimita el umbral de indigencia), propuesta por el presidente Mauricio Macri "para beneficiarios de programas sociales, becas de empleo y jubilados favorecería a 481.000 personas y aparece como una iniciativa promisoria pero insuficiente", explicaron los economistas de la Fundación Mediterránea Gerardo García Oro y Luis Laguinge.

De todos modos los economistas no sacaron los pies del plato y luego de esa valoración le echaron la culpa al gobierno anterior, para estar a tono con el discurso oficial, y valoraron el “esfuerzo” de la administración para combatir la pobreza.

García Oro y Laguinge estiman que "la medida tendría un costo fiscal equivalente a un 5% de la actual recaudación de IVA”.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la Argentina, es uno de los más altos del mundo. Y es el más regresivo, porque pagan lo mismo los millonarios y los pobres de toda pobreza. De hecho, el 60% de la recaudación del IVA en la Argentina la entregan los sectores más ricos (Fuente: AFIP)

La devolución que propone el gobierno es de hasta $300 por mes. Un jubilado gana, como mínimo, $5.000, las pensiones no contributivas están en $3.500 y Asignación Universal por Hijo en $1.000.

Según el periodista especializado en economía, Néstor Restivo, esta medida impositiva “en favor de los sectores más vulnerables, luego de varias medidas en favor de los sectores más acaudalados, aparece como insuficiente”.

En su columna de opinión emitida en el programa de radio “gente de a pie” de Radio Nacional, destacó que, mientras “el Estado deja de percibir 2.600 millones de dólares por la quita de retenciones a las exportaciones, en el caso de la devolución del IVA es infinitamente menor”.

Para colmo de males, “los sectores que van a recibir este beneficio, casi no usan la tarjeta de débito”, única vía de ejecución del beneficio. Entre otras razones, porque los mercaditos de los barrios no tienen posnet y porque el beneficiario tiene por costumbre retirar todo el dinero de la caja de ahorros y manejarse con el efectivo.

No deja de sorprender que la primer y única medida anunciada hasta ahora por el presidente Macri para los sectores de menores recursos sea de escasa aplicación e impacto.