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Río Negro
12/09/2018

Decretaron la quiebra de Embotelladora Comahue

Decretaron la quiebra de Embotelladora Comahue | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La justicia determinó el final para una empresa que fue emblema de la industria del Alto Valle y que había sido fundada hace 54 años. La política económica, con sus tarifazos, apertura de importaciones, escalada inflacionaria, altos impuestos, coadyuvaron en su desaparición. 84 empleados y sus familias se quedan en la calle.

El lunes la Justicia Civil y Comercial de Río Negro decretó la quiebra de la empresa Embotelladora Comahue, dueña de la fábrica Interlagos, con una historia en Cipolletti y la región de 54 años.

Fue fundada el 15 de noviembre de 1964 y presidida desde entonces hasta sus últimos días por NéstorArturo García, más conocido por “Quiti” en el ambiente empresarial, social, deportivo y político de la ciudad de Cipolletti. 

“Cuando me avisó García, lloraba”, manifestó el titular del gremio de las aguas gaseosas (Sutiaga), Alejo Elgueta. Se refería a la comunicación que a eso de las 14 del lunes mantuvo con el titular de la empresa que le informaba de la quiebra resuelta por la justicia.

El sindicato luchará para que los 84 trabajadores que se quedan definitivamente sin su fuente laboral cobren las indemnizaciones y los sueldos atrasados.

El llanto de Quiti García en la comunicación con Elgueta es el fiel reflejo del momento que atraviesa el país, el final de lo que fue una muy próspera empresa familiar que logró sobrevivir a varias dictaduras, la hiperinflación del gobierno de Alfonsín, al corralito de Cavallo y la debacle de De la Rúa en el 2001, pero no pudo superar este proyecto económico que nos propuso el presidente Macri a los argentinos.

En declaraciones que realizaba el 20 de julio de 2016, García manifestaba “sobrevivimos a muchas crisis pero, honestamente, soy muy pesimista, para mí ésta situación no va a cambiar. Quisieron enfriar la economía y se les fue la mano, la congelaron”.

Eran los momentos en que el gobierno asumido a fines del 2015 ponía en marcha los “tarifazos” que para Embotelladora Comahue significó pasar a pagar 20.000 $ de luz diarios.

García ya presagiaba a mediados del 2016 que la situación iba a ser muy complicada y descreía de los anuncios del macrismo que nos prometía las soluciones para el segundo semestre de ese año. En aquella oportunidad el empresario dijo estar particularmente preocupado por la situación y afirmó que “van a ir corriendo el arco, seguramente nos van a prometer mejoras para el primer trimestre del 2017. Colón vino a buscar América y ellos vienen a hacerse la América” sentenció.

Efectivamente las mejoras nunca llegaron, por el contrario se agravaron y en diciembre de 2016, la Justicia declaró a la empresa en convocatoria de acreedores, la situación se transformó en insostenible.

De acuerdo a la resolución judicial la firma disponía de un año para recomponer su situación económico-financiera y salir adelante, aunque el panorama era complicado ya que el rubro de las bebidas registró en 2016 una gran caída en las ventas, en tanto que las pymes ingresaron en uno de sus peores momentos acosadas por las bajas en el consumo y las presiones tributarias.

En febrero de 2017 la patronal acordó con los empleados un sistema de suspensiones temporales o reducir la jornada a la mitad para mantener la producción y no agrandar las deudas. Pero no pudo cumplir tampoco.

A esa fecha la empresa tenía una deuda de 14 millones de pesos con sus empleados, pero además, millonarias cuentas pendientes con proveedores, la distribuidora de energía Edersa y la AFIP, que en total sumaban alrededor de 300 millones de pesos. La producción se detuvo a mediados de abril pasado.

Hasta mediados de mayo de 2017 el empresario seguía en una lucha desigual con el sistema para poder mantener la planta en funcionamiento. Los trabajadores más antiguos que siempre lo habían visto lucharla y cumplirles siguieron en sus puestos, pero el grupo más joven comenzó con retención de servicios.

Poco tiempo después el hombre de 81 años pareció bajar los brazos. Para muchos allegados e incluso varios de sus empleados, fue una de las pocas veces, sino la única, que lo veían abandonar la pelea.  Por aquellos días García decía “nos estamos quedando sin fuerzas para seguir adelante, cada vez más siento que estoy luchando contra la corriente”.

Agregó que “todo lo que está pasando lo veníamos venir. Esta crisis va a terminar con todo. Es muy difícil”.

El hombre, que además de empresario, presidió por 18 años el Club Cipolletti, fue concejal de su ciudad en épocas del “Cipolettazo” y que supo afrontar y sortear innumerables desafíosse entregaba ante las cada vez más dañinas medidas económicas que terminaron con más de 50 años de sueños y esperanzas.

Hubo antes de la quiebra una posibilidad de venta, pero el proceso se frustró.

Una muestra más de una situación que lamentablemente se desparrama a lo largo y ancho del País.

Tarifazos, apertura de importaciones, escalada inflacionaria, altos impuestos y la caída del poder adquisitivo y consecuente caída del consumo, son algunos de los motivos que están afectando a comercios, pymes y empresas, sin embargo el gobierno nacional los sigue sosteniendo o agravando, pese a sus consecuencias más que evidentes.

Apenas asumido Macri aplicó su “gradualismo” que por supuesto comenzó por afectar a los sectores más desprotegidos, llegaron los despidos en el sector público y luego en el privado.

La política económica siguió con sus efectos lesivos y comenzó a afectar a mas comercios y a las pequeñas y medianas empresas y sigue con su derrotero destruyendo a grandes emprendimientos, que comenzaron a capear el temporal efectuando reducciones de personal, achicando las horas de trabajo o de producción, pero muchas de ellas como Embotelladora Comahue no pudieron soportar el vendaval.

Redacción: Hernán D’Andrea

29/07/2016

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