-?
El próximo 6 de diciembre, en Malapalabra casa librera, se hará una lectura de poesía como conclusión del ciclo POESÍA NECESARIA/POESÍA URGENTE iniciado en marzo pasado. Será el sexto encuentro que ha reunido a poetas locales y a un público lector diverso, interesado en la producción poética patagónica y nacional.
En esta oportunidad, la convocatoria, denominada NO CONFORMARSE/poemas contra el sentido común,se origina en el libro La realidad y los papeles, cuyo autor, el poeta César Fernández Moreno habla en un capítulo de los “argentinos incómodos”. Fernández Moreno incluye, en este concepto de “incomodidad”, a Macedonio Fernández, filósofo y poeta aislado en su búsqueda personal y literaria, y a Leopoldo Lugones, contradictorio en su vida y en su obra; ambos como integrantes del modernismo. El poeta también incluye a su padre Baldomero, a Enrique Banchs y a Alfonsina Storni como parte del posmodernismo literario; a Jorge Luis Borges (ultraísta) y a Ezequiel Martínez Estrada. Storni, rechazada en gran parte por su feminismo y su pelea por los derechos de las mujeres; Borges y Martínez Estrada, disgustados por el peronismo que incluyó a la clase trabajadora como protagonista de los cambios sociales.
Fernández Moreno habla de la incomodidad de estos autores con sus contemporáneos, esa sociedad que no los entendía y a la que ellos, en algunos casos, no procuraban (o no lograban) entender.
En cierto modo, esta reunión convoca a poetas que, como argentinos incómodos, no aceptan el sentido común existente, por diversos motivos. La idea es no acostumbrarse a una realidad hostil: en ese sentido, la poesía no es costumbre, no es hábito. Quizá sea rito, juego, indagación, riesgo.
La lectura será el 6 de diciembre próximo a las 18 en Malapalabra casa librera, Ministro González 63, Neuquén.
SELECCIÓN DE POEMAS:
Si es que estas ahí
Dame
la noche de las bestias su oscuro descanso
derrumbarme entre unos pastizales
después de relincharle al viento
venirme abajo
como un techo podrido
sobre las olvidadas margaritas
el sueño de los justos, eso te pido:
apoyar mi cabeza
sobre un colchón de hojas
hasta que llegue el día y no despierte
María del Carmen Colombo, Poesía reunida
**
una mancha negra nos salvaría una mancha negra nos salvaría una mancha negra
murmuramos
la plegaria masticada hasta escupirla
hasta la esperanza regurgitada estampada en el asfalto y más tarde
en la calle de tierra y más tarde
la boca seca
porque hasta la sequedad es el tiempo de las cosas
pueden pasar aviones hacia el oeste puede ser que el tren alguna vez
siga puede ser que el progreso
llegue para todos
y comamos de él
Silvia Mellado, Pantano seco
**
Cuando la cuarentena
No comeré más del vidrio
que deja pasar almíbar
la luz del incrédulo diálogo
entre mi variante y yo.
El vidrio al sol prende fuego
mi lengua subasta las últimas
úlceras que dieron de comer
a ese número infinito
de veces que dije basta.
Eugenia Cavallín, inédito
**
VII
Quiero encontrarme y grito en un desierto de manos en un desierto de ojos en un desierto de huesos donde florecen huesos maduran huesos polinizan huesos crecen huesos en frutos
no hay nadie en este desierto
Carina Nosenzo, El cuerpo y la cabeza
**
L Miguel Hernández, i.m.
Como si no
hubiera bastado
con esos poemas
que se mojaron en sangre
dio su vida
a una causa
como era antes
de que todo
doliera
Jorge Isaías, Donde supura el aire
**
Fastos
La piara se desbarranca
y las muchachas con sus pechos
de colores festejan.
El nuevo orden se celebra
con emasculación voluntaria
y la babel triunfante.
Así empieza el siglo
el que no veremos.
Los espectros
de Orwell y Huxley
se retiran abochornados.
Raúl Artola, inédito
**
Vocabulario
la uña ciega y frágil
evocando lo oculto
en un tiempo amordazado
la palabra delata
su propia miseria
ver sólo el revés
de una pesadilla
roza el vocabulario
las bocas del miedo
Alberto Luis Ponzo, De ayeres y desmemorias
**
FM mapuche
La que se deja escuchar.
La que pasa música de vientos.
La que se defiende de la aldea global
sólo con las palabras.
Ricardo Fonseca, Ventrílocua
**
Como en una procesión
va muriendo en pedazos
el relato vertiginoso
de nosotros mismos.
Ana Carolina Mendes, Hasta que la poesía nos salve
**
Adoraré la luna
y maquillaré la sombra
de mi espíritu
Un arte despampanante
Un cielito pixelado
Un destino escrito
Palabras como dados
Rodando en la gran mesa
Lorena Iturrioz, inédito
**
La lucha
Con una flor, con una
manzana solariega,
con un cogollo y una
granada de rocío,
puedo cortar de cuajo
la oscuridad del lobo
y el odio y la amarilla
vejez de los colmillos.
Esta es la lucha, es esta
la suerte de los siglos:
de un lado el jardinero,
del otro el asesino.
El hierro será el hierro.
Pero el lirio es el lirio.
Armando Tejada Gómez, Ahí va Lucas Romero
**
Poemas del declive
nomás los lotes
alambres y palos
algunos tienen cercos
algún que otro árbol abandonado
el padre un muchacho ajado y sus tres hijos niños
buscan lo que deja la construcción
ramas de árboles que no existen
restos
desde las ventanas vemos casitas de chimeneas de humo y un poco
más allá
unos caminos incomprensibles gasoductos en el fondo de la tierra y
una ruta perfectamente trazada en hileras ordenadas los camiones
que se alejan
Verónica Padín, Poemas del declive
**
Pánico y balas
En este día tan de madriguera
la ciudad descansa de una mala noticia.
Ahora cerrarán las puertas con varias llaves.
Perros negros vigilarán las casas.
Los insomnes no dejarán de escuchar disparos.
Un ebrio tambaleante
irrumpirá
en la noche.
25 de mayo de 2000
Anahí Lazzaroni, A la luz del desierto
**
xxx
¿cuánta ternura
no habrá sido desperdiciada
pisoteada
en las tristes malezas del odio?
¿qué amor azul
del aire al amanecer
no habrá claudicado?
¿cuántos besos
habrán perdido los amantes
y qué madre
no habrá amamantado ya más?
carne sufriente son, almas dolidas
voces que no cantan, plañen
y ojos hartos de ver
tanto dolor, ah magnolia muerta
gerardo burton, de cantares de junio
**
Final de época
He llevado oscuramente en el bolsillo
un pequeño proyecto de muerte personal
en un país humillado. Los nervios principales
se inclinan hacia la mesa y mi cobarde cabeza cae
a la penumbra de la vida interior. La historia
tira de las piernas y finalmente me expulsa
a puntapiés del planeta, acompañado
de otros cadáveres
igualmente insufribles e hinchados
de informaciones falsas. Qué vergüenza
en la voluntad de lo viviente. Otros optaron
por indefensas verdades y otros por el dormitorio.
Acorralado por todas las incertidumbres
nada quedó resuelto. En mi bolsillo resta
una sola y fatigada desesperación.
Joaquín Gianuzzi, Cabeza final
**
volviendo de a poco (fragmento)
la Patagonia era un castigo
todavía lo es piedras no le faltan
que alguien se quede por favor
se quede un rato largo por favor
hasta que la piedra se vuelva sangre
fue así que visité la Patagonia sus monumentos históricos
quiero decir los postes indicadores de kilómetros
al llegar al 1800 entrás en el siglo XIX
al llegar al 2000 en la ciencia ficción
y después el regreso otra vez para atrás
hacia el pasado la edad media
si volviéramos a Bahía
es suficiente andar de día
para volver por Bariloche
hay que seguir toda la noche
César Fernández Moreno, un argentino de vuelta
**
Verbo irregular
yo amo
tú escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan
Roberto Santoro, Pedagogía de una pared blanca
**
2
Primavera de alquimias
se opone al lado oscuro del mundo
sueños de grandes ojos danzan y
nos inauguran niños en el pecho,
la ronda se amplía en un compás de saltos
pausa y silencio marcan
una red de luz entre los cuerpos
un sentido contrario
a las agujas del reloj.
Mirta Agostino, Poemas sin corona
**
A Raymundo
Si uno anda
por el mundo
comiéndose la vida
y la luz del mundo
hay mucho ojo suelto
que desconfía
y vomita miedo
cuando hay sol
y nubes y tormenta
y nos envuelve
siempre tenemos
un recuerdo petiso
y un recuerdo alto
pero no siempre
el ojo que mira
mira
y ve
a veces sólo espía
al que puede vivir
y elegir qué vida
aunque sea
una vida en la tormenta
Cristina Nieto, La chica de la valija
**
Cardinalidad
Tirado al sol
como las víboras, cerca
del agua de la patria, siento
menos miedo que
por las noches, cuando
no hay cielo, ni agua,
ni país, ni memoria
Francisco Urondo, Son memorias
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite