Investigadores del Instituto de Tierras, Agua y Medio Ambiente (ITAMA) de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) manifestaron preocupación por la falta de planificación del uso de los recursos hídricos, de cara al vencimiento en 2023 de las concesiones a las empresas hidroeléctricas que administran la cuenca el Comahue.

En un documento al que accedió , más que analizar si se deben renovar los contratos a las empresas o pasar a manos de las provincias, advierten que "se debe revisar las reglas de operación de las centrales hidroeléctricas antes de renovar por un nuevo periodo la administración de las mismas, independientemente de la forma contractual que se formule para ello".

"Si no sabemos en qué vamos a gastar el agua es muy difícil establecer normas de operación de los embalses" dijo a el director del Instituto, el ingeniero Federico Horne, y remarcó que "hay una necesidad de que nos alcance el agua pero hay que preguntarse para hacer qué cosa".

Advirtió que "Río Negro y en menor medida Neuquén no tienen un plan de recursos hídricos y tienen suelo para regar en cantidades", y dijo que todas estas preocupaciones están plasmadas en el documento mediante el cual buscan difundir las conclusiones a las que arribaron los investigadores del Instituto luego de numerosas reuniones con especialistas y académicos de otros organismos con competencia en la materia.

En el documento -que esperan enviarlo a las legislaturas, a los poderes ejecutivos de las dos provincias y a los concejos deliberantes de los municipios involucrados-, sostienen que el cambio climático mundial ha producido una disminución del régimen de lluvias y nevadas, y las proyecciones para los próximos 50 años "alertan sobre la disponibilidad de agua para los usos consuntivos actuales, que en un futuro próximo ocasionarían situaciones críticas si se planifica una demanda mayor para poblaciones, riego, ambiente e industrias".

Agregan que "se pone de manifiesto la necesidad de ajustar los mecanismos de gestión hídrica para mitigar la carencia de agua actual y futura y garantizar además la preservación de la calidad de los recursos hídricos de la cuenca".

Señalan que las actuales reglas de operación fueron elaboradas hace 30 años, cuando no ocurrían eventos extraordinarios, como las sequías que presenciamos en los últimos años, que harán que en los próximos 50 años haya una disminución de entre el 20 y el 25 por ciento de la disponibilidad de agua que hay en la actualidad.

Para Horne, la discusión actual en torno al vencimiento de las concesiones está centrada en cómo obtener mayores ganancias de la producción energética, pero no están prestando atención a la importancia de planificar los usos del agua a futuro para un mejor aprovechamiento integral de los recursos.

"Todos están preocupaos en qué ganancia van a obtener las provincias más que en la visión a futuro de cómo se va a comportar el agua", indicó.

Ni estatización ni emergencia hídrica

Ante la profundización de la sequía en la cuenca del Comahue, dos mensajes surgieron del Ejecutivo provincial: la propuesta de que sean las provincias las que administren las hidroeléctricas, y la necesidad de que Nación declare la emergencia hídrica.

Para Horne, el primer punto "no puede existir" porque "tendría que haber una donación de las obras" y "es muy complicado".

Con respecto al pedido del gobernador Omar Gutiérrez a Nación para que decrete la emergencia hídrica en la provincia, indicó que "las emergencias hídricas, salvo honradas excepciones, son más políticas que de orden técnico" y descartó que más recursos vayan acompañados de una mejor planificación.