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Panorama Político
22/12/2024

El año de Figueroa

El año de Figueroa | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El mayor éxito obtenido por el actual gobernador, desde que derrotó a su partido hasta ahora, fue y sigue siendo político.

Héctor Mauriño

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Transcurrido un año desde que inició su gobierno, Figueroa alcanza una de las mayores concentraciones de poder político en la historia de la provincia. En el panorama político local hoy la oposición prácticamente brilla por su ausencia. Pocos -tal vez sólo Felipe Sapag, indiscutible en su tiempo para las grandes mayorías-, gobernaron, aunque más no fuera por un tiempo, con las manos tan libres como el actual mandatario provincial.

Con todo, la actual situación por la que atraviesa el gobierno provincial, no deriva tan solo del consenso en torno a la figura y los planes del gobernador sino también de la ausencia de una alternativa y la inexistencia de un portador de la misma.

Tal estado de cosas, tiene mucho que ver con el agotamiento del modelo impuesto por el Movimiento Popular Neuquino luego de más de seis décadas de ejercicio casi irrestricto del poder, y también de su actual crisis de liderazgo interno.

Quien lo ha ejercido hasta ahora, Jorge Sapag, no parece por ahora dispuesto a iniciar una cruzada para reconquistar el poder y tampoco se advierte entre la actual dirigencia partidaria la existencia de cuadros jóvenes con las cualidades y el empuje necesarios para asumir ese desafío.

Quien de la mano de Sapag produjo la mayor acumulación de poder político para el MPN fue Mariano Gaido, pero por ahora el intendente se contenta con compartir cartel con el gobernador en todos los actos y no parece dispuesto a disputar el poder, inclusive ya ha declarado que no lo piensa hacer.

El resto de la oposición no está en mejor situación. En primer lugar porque el espectro no emepenista ha sido licuado por la construcción exitosa de Figueroa. Y además, porque el hecho de que el actual gobernador haya doblegado a su propio partido desde afuera, no solo ha privado a éste del ejercicio del poder sino que tampoco atina a asumirse como oposición.

Por el contrario, el grueso de los cuadros del partido provincial ha optado por encolumnarse detrás del actual oficialismo. Primero, porque Figueroa fue y, según él, sigue siendo del MPN y luego porque el partido todavía padece los efectos del terremoto que lo privó del poder.

Por otro lado, si bien es cierto que Figueroa lidera desde afuera a su antiguo partido, el hecho de que lo haya derrotado encabezando una coalición multicolor, le impide constituirse en el nuevo líder formal del MPN. En los hechos es el jefe sí, pero su suerte como político por ahora está atada a la construcción que lo llevó al gobierno y mal podría erigirse en cabeza institucional del partido al que derrotó.

En el contexto descripto, el hecho de que Figueroa gobierne casi sin oposición, no se debe tanto al consenso que generan sus actos de gobierno como a la falta de alternativas, avanza no solo por lo que hace o deja de hacer sino porque no tiene nada enfrente ni nadie plantea nada diferente.

Se dirá, y con razón, que ese consenso más por omisión que por acción, no deja de ser consenso, porque si bien es cierto que nadie propone algo distinto, no es menos cierto que ninguno parece dispuesto a enfrentar lo que Figueroa propone.

Tal situación, se vio potenciada esta semana con la drástica eyección de la vicegobernadora Gloria Ruiz, envuelta en un escándalo de proporciones, porque lo ocurrido deja a Figueroa todavía más solo en el poder. Aunque por otro lado salpica su construcción porque fue él quien la fue a buscar para integrar la fórmula y, de manera más general, porque el tosco escandalete refuerza el rechazo de la ciudadanía por la política y los políticos.

Así las cosas y como síntesis, el mayor éxito obtenido por el actual gobernador, desde que derrotó a su partido hasta ahora, fue y sigue siendo político. Porque, cualquiera podría preguntarse: más allá de algunos cambios que nadie niega, de su invocación a la transparencia y de su ya famoso “ordenar para distribuir”, ¿cuál es la diferencia de fondo que el actual gobernador plantea respecto de los principios y los ejes con que gobernó su partido durante más de 60 años?

El gobernador goza, además, de una situación económica privilegiada en el contexto del país. La riqueza de Vaca Muerta pone a Neuquén en una situación excepcional en relación a sus pares del contexto nacional. Esto hubiera ocurrido de cualquier manera desde que Cristina Kirchner recuperó YPF y, con el acuerdo de Sapag, puso a andar la explotación de los hidrocarburos no convencionales inaugurando una etapa de prosperidad sin límites visibles.

Pero además, la burguesía argentina, a través de su mandadero de la Casa Rosada, está en tren de convertirse en petrolera. El poder económico ha decidido matar definitivamente el sueño de la Argentina desarrollada y aspira a consolidar un país exportador neto de energía, minerales y litio (además del tradicional filón agropecuario), y a erigirse ellos mismos en actores principales de ese cambio.

Este esquema, sumado a la liberación del precio interno de los hidrocarburos y el abandono a su suerte del mercado interno, permite avizorar un país para unos pocos, sin trabajo, sin industrias y con una soberanía de baja intensidad, pero mientras tanto y por ahora a un Neuquén que multiplica fuertemente sus ingresos.

En su relación con el gobierno que está provocando estos cambios tan negativos para el país, Figueroa se ha manejado de manera ultrapragmática. Primero, porque esa es la forma de relacionarse con los gobiernos nacionales que ha mamado en el MPN y también, porque desde una mirada que privilegia el corto y mediano plazo está convencido de que eso es lo que le conviene a Neuquén.

Sin embargo, en lugar de mostrarse servil como otros gobernadores, Figueroa se ha manejado con alguna sobriedad y si bien ha acompañado los traumáticos cambios del gobierno “libertario” ha cultivado cierta distancia, primero porque es naturalmente desconfiado y también porque sospecha como muchos que un gobierno como el actual puede descarrilar a la vuelta de la esquina.

Hace bien. En cualquier momento la ley Bases va para atrás en medio del escándalo por la presunta coima al ex senador Edgardo Kueider, otro expulsado por “inhabilidad moral” agarrado con las manos en la masa.

Neuquén no está embarcada en ese tipo de toma y daca. La provincia es rica en serio y equivocados o no, los representantes del gobierno local proceden convencidos de que defienden intereses provinciales. Tal vez olvidan que con vender petróleo y gas no alcanza, porque el precio no se fija acá y porque alguna vez se acaban. Acaso les convendría recordar aquello de la “industrialización en origen” de que hablaba el viejo MPN. También que cada vez que la Argentina se precipitó al abismo, Neuquén lo hizo con ella.

29/07/2016

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